"Tampoco éramos tan buenos"

Johan Neeskens (Heenstede, Holanda; 1951), hace 24 años, vestía la camiseta de color naranja y jugaba con el número 13 a su espalda. Lugarteniente de Johan Cruyff en el Ajax, con el que ganó su primera Copa de Europa a los 19 años, y también en la selección holandesa que impactó en el Mundial de Alemania de 1974, es además un mito del Barcelona, club al que volverá en agosto como ayudante de Frank Rijkaard. Ayer, terminado el entrenamiento de la selección de Australia, en la que ejerce de mano derecha del seleccionador, Guus Hiddink, recordó lo acontecido en el estadio de Gelsenkirchen el 26 de junio de 1974.

Pregunta. ¿Le dice algo esa fecha?

Respuesta. ¿El partido contra Argentina? Llovía. Sí, algo recuerdo. Llovía mucho.

P. ¿Y de la exhibición de fútbol que ofreció la selección holandesa recuerda algo o eso se olvida?

R. ¡Tampoco hubo para tanto! Antes de empezar el Mundial, decían que nos volveríamos a casa después de jugar los tres primeros partidos, pero fuimos creciendo durante la competición y casi ganamos el torneo. En los partidos de preparación nos ganó hasta Austria y llegamos a empatar e incluso a perder algunos amistosos con equipos alemanes de Segunda División. Pero había muy buenos equipos en aquella época, como Polonia o Brasil. Nosotros no éramos tan buenos. Incluso nos clasificamos para el Mundial porque le metimos nueve goles a Islandia y ocho más a Noruega y superamos en el goal-average a Bélgica, a la que no le ganamos ni un partido.

P. Pero, en aquel célebre encuentro de Gelsenkirchen, Argentina no pudo pasar del medio campo.

R. Eso es cierto. Y les metimos cuatro goles, lo cual, contra Argentina, no está nada mal. Entramos en el campo muy convencidos de nuestras posibilidades porque les habíamos ganado sólo tres semanas antes.

P. ¿Fue aquel el mejor partido en el que ha participado en su carrera como jugador?

R. No, sólo fue uno más. Hubo muchos en mi carrera. No estuvo mal. Lo importante es lo que consiguió aquel equipo. Aquello sí que fue algo maravilloso porque conmocionó a todo un país que nos seguía en cada partido. Unos 30.000 aficionados venían a ver cada uno de nuestros partidos, excepto en la final y porque sólo nos proporcionaron 5.000 entradas.

P. Ganó Alemania, pero en el Mundial del 74 Holanda es siempre la referencia.

R. No ganamos el Mundial porque Maier lo paró todo en la segunda parte. Además, ellos tenían un buen equipo.

P. Su portero, Jongbloed, jugaba con el número 8. ¿Se puede ganar un Mundial con un portero que juega con el número 8?

R. Sí. Los números no importan. Yo jugaba con el 13, el número de la mala suerte, y no me fue nada mal. Estoy muy contento de ese número.

P. Cuando Holanda llegó al Mundial, el Ajax ya había ganado tres Copas de Europa. ¿Le sorprende que causara tanta sorpresa su juego?

R. Una cosa es el club y otra la selección. Es más fácil conjuntar a un equipo en el que la gente lleva tiempo junta que a una selección.

P. ¿Es necesario preguntar quién mandaba en aquella selección o, estando Cruyff, resulta una obviedad?

R. Si está Johan, manda Johan. En el Ajax, en Holanda, en el Barça y, si estuviera, aquí tambien.