"Quizás podría haberlos repartido"

"España es como mi segunda patria. Allí todo es bueno". Aparte de agradecido, Oleg Salenko (San Petersburgo, Rusia; 36 años), ex del Logroñés y el Valencia, es el único mortal que se ha permitido el lujo de marcar cinco goles en un mismo partido mundialista. Sirvieron de poco: a Rusia la eliminaron a las primeras de cambio.

Pregunta. Vaya partido se marcó el 28 de junio de 1994 en San Francisco.

Respuesta. Sólo nos valía la victoria. Era un encuentro muy serio para los dos equipos. Si Camerún ganaba, pasaba de ronda casi seguro. Empezaron con un punta, mediado el partido andaban con tres y al final tenían cuatro delanteros. Nuestro seleccionador, Pavel Sadyrin, sólo nos recordaba que teníamos que ganar por al menos cuatro goles. ¡Por cojones!

"Teníamos que ganar al menos por cuatro goles. Logré el 'hat trick' en un tiempo. Aun así, 'kaput"

"Marqué seis tantos en tres encuentros. Como Stoichkov, que jugó siete"

P. Sí que llevaban mal el goal average...

R. Como no podíamos pasar de ronda como uno de los dos primeros de grupo, esperábamos hacerlo como uno de los tres mejores terceros. Tras dos días de espera, Bulgaria ganó por 2-0 a Argentina. Y los argentinos, Estados Unidos y Bélgica pasaron de ronda. ¿Nosotros? Kaput.

P. Contra Camerún estuvo hiperactivo.

R. Claro, claro... Había que meter muchos goles. No nos valía ganar y punto. Además, marcar goles está bien. El 5-1 estuvo bien. Bueno..., y el primero. En el 1-0 me asistió Igor Korneev, por entonces en el Espanyol. Entró en el área y se topó con muchos contrarios. Así que me pasó el balón y yo, que andaba sólo, marqué a un toque.

P. En el minuto 41 conectó con Tsymbalar.

R. Él me la daba, yo se la devolvía, ¡ja, ja, ja! En ese gol no tuvimos ningún problema. Fue al contragolpe. Sólo teníamos delante al portero.

P. ¿Había estudiado a Songo'o, el portero de Camerún?

R. No había visto vídeos ni nada. Para mí, eso no es tan importante. Prefiero saber algo más general. Cómo juega el equipo.

P. ¿Se puso nervioso cuando tiró el penalti?

R. ¡Qué va! Ya había tirado uno contra Suecia. Por eso estaba tranquilo. Miré dónde estaba el portero y la tiré por el otro lado. Fue el 3-0. ¡Un hat trick en el primer tiempo!

P. El último gol fue de Radchenko, pero adivine quién le pasó el balón...

R. ¿Quién iba a ser? ¡Pues... yo! ¡Ja, ja! Esa vez se la tuve que dar a un compañero.

P. ¿De qué hablaron en el descanso?

R. Pues de que necesitábamos más goles. Nos animamos porque veíamos que los teníamos ahí. Estábamos en racha y nuestro deber era la goleada.

P. ¿Qué hay que hacer para meter cinco goles en un partido?

R. Se tienen que juntar muchas cosas. Que al equipo no le sirva con ganar por la mínima, ni siquiera por 3-0; que al rival le pase exactamente lo mismo, y las ganas. Sin motivación no se escriben hazañas.

P. Camerún también se jugaba los garbanzos.

R. Tenían sólo un punto y con cuatro pasaban de ronda. Roger [Milla] y yo charlamos después del partido. Él había marcado ¡con 42 años! y yo había logrado cinco. Fue una cosa... Sigo sin entender cómo jugó un Mundial con esos años. Roger me decía: '¿De qué te sorprendes? Anda que lo tuyo de hoy...'.

P. Quedaron encuadrados en el grupo de Brasil.

R. Que ganó el Mundial. Y también estaba Suecia, que concluyó tercera. Era el grupo de la muerte. En el primer partido jugué 35 minutos. Con mucho calor: 42 grados o por ahí... ¡A la una de la tarde!, que para los brasileños estaba muy bien, no para los rusos. Para ellos era como estar en la playa.

P. Contra Suecia empezaron ganando por un gol suyo.

R. Le marqué a Ravelli, de penalti. Lo malo es que en el minuto 50 Gorlukovich vio la segunda tarjeta amarilla. Nos remontaron, pero jugamos bien como equipo.

P. Terminó pichichi del torneo junto a Stoichkov, con seis goles.

R. Fue una sensación agridulce, pero así es el fútbol. Contra Camerún jugamos muy bien. Logramos lo imposible y... nos fuimos del Campeonato del Mundo. Fue muy duro porque me notaba fino. Estaba convencido de que podía marcar más goles. Pero, bueno, en apenas 60 minutos marqué cinco veces, toda una historia. Soy inmortal, he pasado a la historia del fútbol.

P. ¿Quién tiene más mérito? ¿Stoichkov o usted?

R. Yo marqué seis goles en tres partidos y no dispuse de más oportunidades. Él jugó más. Incluso pudo marcar el séptimo en el partido por el tercer puesto contra los suecos. Antes que ser pichichi, habría preferido que mi equipo jugase las semifinales.

P. Al menos, los compañeros le felicitarían.

R. Me dijeron que quizás podría haber repartido más los goles, ¡ja, ja ja!