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Reportaje:Alemania 2006 | La sensación del torneo

Conversión en el monasterio

Los jugadores de Ecuador superan la feroz rivalidad provincial que los dividíarecluidos en un centro religioso

Desde 1553, la provincia ecuatoriana de Esmeraldas, en la costa del Pacífico, se fue poblando de esclavos negros insurgentes que se escapaban de su destino, las plantaciones de banano. Recibieron el despectivo nombre de "la república de los zambos", según divulga el movimiento afroecuatoriano. El pasado jueves, la selección de Ecuador se clasificó por primera vez para los octavos de final de una Copa del Mundo. En el césped había seis jugadores de Esmeraldas. "Éste es el equipo de todos. Son jugadores, no sé de qué provincia son", replica el técnico colombiano, Luis Fernando Suárez, que destaca "la mejoría táctica" como la clave del éxito, unida a "la gran generación de futbolistas que está dando el país".

Ecuador juega cada vez más deprisa, mejor y con más fuerza. En opinión de uno de los técnicos ecuatorianos, han influido en ello tres factores: "Mayor fortaleza física, mayor disciplina y menos rivalidad regional". Durante la concentración previa al Mundial, se sospechaba que las relaciones entre los diversos grupos étnicos y comarcales del conjunto eran malas. "Nunca he visto tanta competitividad entre provincias. Incluso en el telediario salen simultáneamente dos presentadores, uno de Guayaquil y otro de Quito, para que nadie se moleste", confía una periodista. "Todo eso está olvidado. Nos hemos dado cuenta de que representamos al mismo país", replica el zaguero Reasco, que confirma: "Ahora ya no hay grupitos. Somos un solo grupo. La selección, al completo".

"Es un trabajo que se viene haciendo desde hace muchos años, desde que llegó Francisco Maturana", dice el centrocampista Tenorio, que se resiste a calificar su juego de veloz: "Ése es un punto de vista. Creo que no hemos cambiado y que jugar lento no es malo".

"Ha influido la mano dura del serbio Miranovic y los sucesivos seleccionadores colombianos", comenta uno de los informadores que sigue al grupo. Así, se ha formado una mezcla de rigor europeo y control suramericano que, en opinión hiperbólicamente optimista del goleador, Delgado, "hará a Ecuador campeón del mundo".

Espinoza, conocido como La Sombra, considera clave la superación del "conflicto sierra-costa" y dice que se han dado cuenta de que "todos" son "los mismos". El veterano central también pone el acento en la llegada de Maturana, la continuidad de Hernán Díaz y ahora de Suárez: "Eso implica repetición de movimientos y mucho trabajo". Espinoza ha pedido a su seleccionador que le deje poner salsa a todo volumen en el vestuario y en los entrenamientos. "Es un elemento más de unidad de la caseta: Todos queremos oír salsita antes de los partidos".

Las diferencias entre la sierra, el interior, y las zonas costeras de Ecuador incluyen la comida. "En el interior comen cosas como el cui, que es una especia de hurón", explica un miembro de la delegación. Ecuador ha desplazado a cuatro cocineros y un montón de "comida casera, no occidental". Un menú que incluye platos como el yaguarlocro, el caldo de gallina o las empanaditas de verde.

Los jugadores ecuatorianos están concentrados en un monasterio y en varias ocasiones han sido invitados a asistir a la misa. La elección no es casual. "Las fiestas son para los aficionados. Nosotros estamos aquí para trabajar", se pone serio Suárez, el seleccionador. Otro de los problemas tradicionales del combinado ecuatoriano ha sido la propensión de muchos de sus jugadores a conocer la noche de los lugares donde se concentran. La decisión de recluirlos la tomaron los dirigentes. Unos directivos que tras la victoria ante Costa Rica elaboraron un discurso patriótico y generoso: "Todo esto es del pueblo. La victoria es para el pueblo. No queremos recordar a los críticos ahora".

Ahora, Esmeraldas es la provincia más turística de Ecuador. Y su mayor productora de talento futbolístico.

Los ecuatorianos se abrazan tras su clasificación para los octavos de final.
Los ecuatorianos se abrazan tras su clasificación para los octavos de final.REUTERS

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