Ronaldo y el síndrome del 98

Un comunicado de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) anunció al mundo durante la madrugada de ayer que Ronaldo se pasó cuatro horas en un hospital de Francfort la tarde del miércoles. Terminado el partido contra Croacia en Berlín, el delantero regresó con la expedición a Francfort y al despertarse, según la nota, sufrió un mareo. Acompañado por los doctores de la selección, José Luiz Runco y Serafim Borges, Ronaldo volvió al hotel. Ayer trabajó en el gimnasio, por la mañana, y por la tarde en el Zagallo Arena, al margen del equipo.

La escueta nota fue hecha pública porque, según aclaró Rodrigo Paiva, responsable ante los medios de la CBF, "preferimos explicar los hechos tal y como se han producido y evitar especulaciones". Con ella no pudo evitarse que resucitaran los fantasmas de 1998, cuando en París, horas antes de la final del torneo entre Francia y la canarinha, Ronaldo se desplomó en la habitación de su hotel. Esta vez, el tema no fue tan grave. Pero las dudas sobre el estado del jugador, se quiera o no, son grandes, no sólo en lo físico, sino también en lo ánimico.

Ronaldo: "Intentaré jugar y marcar, pero nadie merece la presión a la que estoy sometido"

"Ronaldo está tocado", reconoció una de las personas más cercanas al jugador. Pero no en lo físico, pues según aseguran en la concentración "sólo le sobra un kilo". Las pruebas a las que han sido sometidos todos los jugadores demuestran que está perfecto. La raíz del problema puede ser de ansiedad. "La presión es impresionante", reconoció el futbolista, que atendió a los medios con paciencia hasta que un mexicano le soltó: "Ronaldo: Ahora que estas enfermo...". Entonces, lo fulminó con la mirada y se largó. En su comparecencia, el delantero descartó cualquier relación entre los síntomas que le afectaron el miércoles en el hotel donde vive a las afueras de Francfort y los que sintió en París hace ocho años. "El problema no tiene nada que ver, es diferente. Si jugué mal contra Croacia no fue por los mareos que sentí ayer", explicó. Pero añadió: "Nadie merece la presión a la que estoy sometido".

Runco, el médico de la seleccción brasileña, desmintió el rumor que había corrido en las primeras horas de la jornada y que hablaba de que el jugador sufrió mareos durante el partido frente a Croacia. Runco admitió: "No descarto que su dolencia pueda haber sido de carácter psicosomático, ni que tenga algún tipo de relación con la ansiedad". También informó Runco de que cuando Ronaldo sufrió un proceso febril el pasado 8 de junio, ya se decidió que el día 15 iba a ser sometido a un chequeo médico.

"Tampoco es noticia que Ronaldo juegue mal. Bien, lo que se dice bien, ha jugado pocos partidos con la amarelha", incidió Tostão, tan crítico como siempre. Para el campeón del mundo en el 70, de lo que se trata es de que Ronaldo se relaje, salga y juegue: "Es un futbolista que debe abstraerse. Presión también tenía Pelé. Debe salir y jugar a fútbol, despreocuparse de todo. No es fácil, Ronaldo se lo guarda todo para él, no explica mucho". También Pelé se pronunció sobre Ronaldo: "No ha estado a la altura que se espera pero Brasil tiene necesidad y él necesita nuestro apoyo", dijo el legendario jugador brasileño.

El camino para limpiarse el barro de los charcos -en los que él mismo se mete- es meter goles. Y no siempre lo consigue. "Quiere contestar todas las críticas marcando", señala gente afín al delantero. "En el manual no pone que tenga que jugar bien todos los partidos, pero intentaré jugar a un buen nivel y, a ser posible, meter un gol contra Australia", manifestó Ronaldo a una nube inmensa de cámaras televisivas. También lamentó la situación por la que está pasando. "Preferiría haber jugado bien, haber metido algún gol y que todo el mundo estuviera feliz de mi partido".

En ese punto puede estar el origen de la cuestión: vive sometido a un acoso extraordinario, hasta el punto de que ayer, los redactores de un programa de humor argentino, Show Match, dirigido por Marcelo Tinelli, se personaron en el entrenamiento con un tipo disfrazado de Lula, presidente de Brasil. Robinho les lanzó un pelotazo.

El delantero del Madrid, Cafú y Ronaldo fueron los únicos jugadores de la selección brasileña que hicieron declaraciones. Robinho dijo que si "infelizmente" debe sustituir a Ronaldo en el equipo titular lo hará. "Pero no me gustaría, es como mi hermano", matizó. Sin embargo, no parece probable. Antes caerá Adriano. Y Parreira está siendo presionado para que ceda y destruya el cuadrado mágico, alineando una línea de tres (Robinho, Kaká y Ronaldinho) por detrás de Ronaldo.

El seleccionador ha dejado claro a sus colaboradores que sólo quitara al 9 si éste se lo pide. "Yo aceptaré la suplencia si llega. Sólo soy uno más", sentencia Ronaldo. Esa suplencia no llegará contra Australia. Las pruebas en el hospital demustran que físicamente está bien. Un kilo por encima del peso, las de esfuerzo, a las que han sido sometidos todos los jugadores, demuestran que el pobre rendimiento de Ronaldo no se justifica físicamente. En el fondo, todo está en la cabeza. Parreira, en todo caso, lo tiene claro. "Seguirá en el equipo por su importancia. Tiene historia y marca la diferencia", dijo ayer, antes de añadir: "Pero nadie es intocable".