"¿Qué fenómeno es ése?"

El día después siempre es el más duro. Despertar tras una mala noche suele ser complicado. Y si resulta que eres Ronaldo y por vez primera en tu vida la torcida te pita al ser sustituido después de haber tocado dos veces la pelota y haber dado dos tristes pases, pues peor. "Esta vez le pitó la grada por falta de fútbol, no de cariño", aclaró en su edición de ayer el deportivo Lance, en referencia a una situación semejante a la vivida en el Bernabéu esta misma temporada por el que fuera mejor jugador del mundo, por el que un día fuera bautizado como El Fenómeno. "¿Qué fenómeno es ése?", se preguntaba el diario O Globo, que consideró el encuentro ante Croacia como "uno de los peores partidos de la carrera de Ronaldo".

"Esta vez le pitó la grada por falta de fútbol, no de cariño", ironizan los medios brasileños

Así debió entenderlo también Ronaldo, que se fue del campo sin pasar por la llamada zona mixta, un camino de vallas que lleva del vestuario al autocar de los equipos contendientes, flanqueado por periodistas. "Los equipos están obligados a pasar por ella y presentarse ante los representantes de los medios de comunicación. Si hablan o no, es una opción personal del jugador", explicaba ayer un miembro de la FIFA. Los organizadores, sensiblemente molestos por el incumplimiento de la ley, no tienen sanciones previstas en estos casos, pero el delegado de sede, esta vez el de Berlín, elaborará un informe de la fuga de medio equipo. Excepto Kaká, reconocido como mejor jugador del partido, que habló para las televisiones, el capitán Cafú, Zé Roberto y Lucio; el resto de titulares no dieron opción ni a ser vistos y siguiendo el camino abierto por Ronaldo escaparon del Olímpico de Berlín por la puerta falsa.

"Fue fácil parar a Ronaldo, quizás estaba cansado", reconoció el croata Niko Kovac al enjuiciar la actuación del hombre que había pedido a Dios que empezara el Campeonato del Mundo. Maldita la hora. Tocó dos veces el balón, en las dos ocasiones en tierra de nadie, a cuarenta metros de la portería que esperaba un gol suyo para que el fútbol pudiera celebrar un nuevo registro del mejor artillero de la última década: hubiera superado el registro de Pelé en un Mundial y escrito, así, una bonita página de la historia del fútbol. Pero el caso, según se leía ayer en la Folha do Sao Paulo, es que Ronaldo "jugó fuera de forma, parado e inofensivo". En Italia no le trataron mejor: "Ronaldo, gordo y lento...", escribía Il Corriere dello Sport, que titulaba: "Brasil, ¿Sólo esto?". En Rusia, en China o en Suráfrica el nefasto partido de Ronaldo está en boca de todos, porque todo el mundo esperaba lo mejor de él. Y también de la canarinha, que defraudó.

Ronaldo es intocable para Carlos Alberto Parreira, el seleccionador brasileño que ha dejado bien claro que en Múnich, el próximo día 18 contra Australia, el 9 volverá a jugar como titular. "No me planteo otra opción", zanjó Parreira, pese a que sustituyó a Ronaldo por Robinho en el segundo tiempo del partido frente a los croatas. "Saldrá el mismo equipo, que va a crecer, tal y como estaba programado. En consecuencia necesita continuidad, Ronaldo el primero", anunció Parreira el miércoles ya de madrugada. Luego, llegó al vestuario y descubrió la fuga de medio equipo. Dio fiesta a la selecçao, convocando a los jugadores a las 22.30 horas de ayer en Koningstein, a las afueras de Francfort, y alguno se lo tomó al pie de la letra.

Por quejarse, de Ronaldo se ha quejado hasta el alcalde del pueblo, Leonhard Hel: "No le hemos visto pasear por las calles ni un solo día. Ni a él ni a nadie de su equipo. Pensábamos que se integrarían mejor", ha lamentado el alcalde. Que se sepa, Lula, el presidente de Brasil que días atrás había ironizado en torno a la gordura de Ronaldo, esta vez no abrió boca.