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Alemania 2006

Hasta el color de los calcetines provoca polémica en Brasil

El blanco tradicional por los azules del uniforme suplente. En la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) no salen de su asombro, pero la marca Nike que patrocina a la canarinha lo entiende como la penúltima maniobra de su principal rival, Adidas, que juega en casa. La FIFA, que tiene entre sus patrocinadores a Adidas, obligó a Brasil a cambiar el blanco habitual de sus calcetines por el azul. Ese es también el color de los calcetines de Croacia, pero la FIFA, en una decisión que ha provocado perplejidad en Brasil, decidió que los croatas también los cambiaran.

"No tiene ningún sentido, porque Croacia ofreció jugar con medias azules. Aún y así, fuimos obligados a improvisar", explicó tras el partido un portavoz de la firma de artículos deportivos Nike. Oficialmente, la CBF no le dio importancia. "No hay nada que decir", se limitó a decir el portavoz autorizado. Pero el detalle, por gratuito, sentó mal en Brasil.

No es la primera vez que Brasil necesita improvisar. En 1958, sólo un par de días antes de jugar la final contra el equipo anfitrión, los encargados repararon en un detalle: los dos equipos jugaban con camiseta amarilla y en su condición de local, la cortesía obligaba a cederles el color. Descartado jugar de blanco -demasiado presente aún el desastre de Maracaná en 1950-, al encargado del material de la selección se le dio dinero y una orden: comprar 22 camisetas. Al final, en un local textil de Estocolmo dio con 22 camisetas azules. Durante dos días, el rupeiro cosió del número 1, propiedad de Castillo, al 22 de Pepe todos los números al dorso de las zamarras recién adquiridas y sobre el pecho, un aparatoso Brasil, que ganó de tal guisa su primer título. Sobre el campo, Pelé, a sus 17 años, lloró desconsolado.

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