El combustible y el vestido elevan al 4% la inflación en el mes de mayo
El Gobierno estudia revisar al alza el crecimiento económico del 3,3% previsto para 2006
La inflación española se aleja cada vez más del entorno comunitario. Los precios repuntaron cuatro décimas en el mes de mayo, lo que sitúa la evolución anual en el 4%, el doble del objetivo oficial y una décima más que en abril. El encarecimiento del petróleo se ha trasladado a muchas de las partidas del índice de precios de consumo (IPC), especialmente a los carburantes, el elemento más determinante en la inflación de mayo. El Gobierno cree que ese mal comportamiento de la inflación no lastrará el crecimiento económico. Al contrario, estudia elevar el 3,3% previsto para 2006.
El IPC, principal indicador de inflación, ha vuelto a registrar subidas tras dos meses contenido en el 3,9%. El 4% de mayo contrasta con el 3,1% de hace un año, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística. La inflación es, junto con el déficit exterior, el principal lastre de la economía española, pues merma el poder adquisitivo de los ciudadanos y hace perder competitividad exterior. La inflación española duplica el 2% que el Banco Central Europeo fija como límite.
Los carburantes y los combustibles han sido el elemento con más incidencia en las subidas de mayo. Esta partida se disparó un 2,2% en el mes y un 17,9% en el último año. No es de extrañar con un precio del petróleo que en el último mes ha pasado de 37,8 dólares de media por barril brent (de referencia europea) a 44,7.
También las subidas en prendas de vestir, en plena temporada de primavera, han contribuido a hinchar los precios. Algunos alimentos frescos como la carne de pollo, que se recupera tras el miedo a la gripe aviar, o la patata completan el apartado de subidas.
Descensos en viajes
Frente al alza del índice general, la inflación subyacente -elimina los elementos más volátiles, alimentos frescos y energía- registra la primera bajada interanual desde agosto de 2005 y se sitúa en el 3%. Ese descenso obedece fundamentalmente a los descensos en viajes organizados y hoteles tras la temporada de Semana Santa.
Lo que no deja de crecer es la brecha que separa la inflación española de la zona euro, un claro indicador de pérdida de competitividad exterior. Con datos aún provisionales, el diferencial pasa de 1,5 puntos a 1,6.
Lejos de provocar pesimismo en el Gobierno, las cifras dieron pie ayer al secretario de Estado de Economía, David Vegara, a anunciar que está estudiando elevar la previsión de crecimiento económico para este año. Actualmente es del 3,3%. Aunque Vegara no avanzó la nueva cifra, la última referente al primer trimestre alcanzó el 3,5%. Ese dato "podría tener implicaciones en la tasa de crecimiento prevista para 2006 y si hubiera modificaciones podrían ser ligeramente al alza", explicó Vegara.
Para el Partido Popular, la inflación es "catastrófica"; UGT incide en el impacto en las familias y CC OO rechaza "la complacencia del Gobierno". La CEOE critica la dependencia española del petróleo y la ausencia de una política europea.
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