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Sitges abre el Año Rusiñol con una exposición que sitúa al pintor en el contexto europeo

El presidente de la Generalitat glosó durante la inauguración la relación entre cultura y política

La inauguración de la exposición Santiago Rusiñol y la pintura europea, abierta en el Edificio Miramar de Sitges hasta el 20 de agosto, empezó ayer las celebraciones del Año Rusiñol, que conmemora el 75º aniversario de la muerte del pintor, acontecida el 13 de junio de 1931 en Aranjuez. La exhibición, que ayer inauguró el presidente de la Generalitat, Pasqual Margall, se estructura en siete apartados y reúne 97 obras (87 pinturas al óleo y 10 dibujos a lápiz), muchas de las cuales se conservan en colecciones privadas y se han expuesto en público en contadas ocasiones.

Con motivo del aniversario, la exposición ha podido contar con seis dibujos y seis óleos inéditos: Gitana (1883), Fábrica de tejidos en Sóller (1893), Patio de Montmartre (1891), Caracolada (1893), El mirador de la ermita (1888) y Rincón del jardín (1915), que se encontraron en colecciones privadas. "El objetivo de la selección es situar a Rusiñol en el contexto europeo, identificar sus influencias y establecer vínculos entre sus obras y las de sus contemporáneos", afirmó ayer la comisaria de la exposición, Isabel Coll.

La exposición empieza con dos pinturas de la primera época de Rusiñol, que curiosamente aparecen en un retrato del artista, realizado por Ramon Casas, de quien se exhibe una fotografía. Su amistad con Casas se hace patente también en las obras del periodo de París (donde los dos artistas compartían casa y modelo), representadas, entre otras, por el Patio de Montmartre, que se presentó en el Salón de París de 1891. "Las diferentes fases de la trayectoria de Rusiñol revelan la influencia de las principales corrientes de la época, desde el naturalismo y el simbolismo hasta la pintura japonesa", señaló la comisaria.

La luminosa serie de patios de Sitges, encabezados por el célebre Pati blau procedente del Museo de Montserrat y por un retrato de María, hija del pintor, en el Cau Ferrat de Sitges en 1894, contrasta con la angustia latente de las obras vinculadas a la adicción de Rusiñol a la morfina, herencia de una dolorosa operación de riñón. "En este apartado se encuentran sus obras más impactantes y potentes", afirmó Margarita Casacuberta, coordinadora del Año Rusiñol. La última sala recoge una serie de jardines, a los que se dedicó cada vez más con el pasar de los años, donde encontró el sosiego que su alma inquieta y su adicción a los opiáceos y la absenta le negaban. Entre las curiosidades hay un jardín inacabado de 1931, propiedad de la familia; el dibujo preparatorio del óleo Jardín de Granada, de 1895, que se encuentra en paradero desconocido, y el Jardín de Monforte (1918), con el castillo de los condes de Ripalda, que ha sido derribado. Cierran el recorrido los jardines de Aranjuez, que incluyen El cenador, de 1929, habitualmente expuesto en el Ayuntamiento de esta ciudad, donde la exposición recalará en otoño.

Durante la inauguración, el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, relacionó el nacimiento de la nación catalana con la efervescencia cultural modernista. "El modernismo no fue sólo un movimiento artístico, sino también político y social", afirmó Maragall, a quien acompañaban el consejero de Cultura, Ferran Mascarell; el alcalde de Sitges, Jordi Baijet, y el alcalde de Aranjuez, Jesús Dionisio.

La conmemoración prosiguió con la ofrenda floral de las 365 mujeres de la Associació del Ram de tot l'Any, que desde 1933 se van turnando para llevar cada día del año un ramo de flores a la estatua del artista. A continuación hubo una lectura de textos de Rusiñol por la actriz Rosa Novell y un espectáculo de la compañía Mal Pelo, que recreó la danza Serpentina, de la bailarina Loïe Fuller, que fue llevada a Sitges por Rusiñol en 1895 y se representó en una plataforma flotante delante del Cau Ferrat. La jornada concluyó con un espectáculo de fuegos artificiales con música de Manuel de Falla e Isaac Albéniz, entre otros.

El Año Rusiñol se celebrará hasta el 13 de junio de 2007 en Sitges y otras poblaciones: Aranjuez, Manlleu, Girona, Olot y Barcelona, que ofrecerán un amplio abanico de iniciativas para descubrir todas las facetas del artista, algunas a menudo desconocidas por el gran público. Entre las actividades programadas destacan el concierto del pianista Joaquín Achúcarro, el 17 de junio; la obra de teatro La intrusa de Maurice Maeterlick, estrenada en la Fiesta Modernista de 1893, a cargo del Espai Escènic Joan Brossa (del 20 al 23 de octubre); la exposición itinerante Rusiñol desconocido, que se inaugurará en octubre, y un gran simposio dirigido por Daniel Giralt-Miracle, que se celebrará en enero.

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