Otra espantada de Pfisten

Otto Pfister ya no es el seleccionador de Togo. A dos días del estreno del país africano en un Mundial -lo hará el próximo martes ante Corea del Sur- el técnico alemán ha dimitido "irrevocablemente" por desacuerdos en la negociación de las primas que debe recibir la plantilla. Los jugadores querían 80.000 dólares (unos 63.200 euros) y los dirigentes sólo ofrecían 30.000. No hubo solución. Y eso que el primer ministro del pequeño estado africano, Edem Kodjo, viajó hasta Alemania para sentarse en la mesa y pactar la retribución. "Mi sueño ha sido destruido, no puedo soportar una situación así. Dimito", resumió el entrenador a los responsables de prensa de la FIFA.

No es la primera vez que el veterano preparador, de 68 años, el de más edad del torneo, abandona a un equipo con un Mundial en el horizonte. En diciembre de 1997, en plena preparación de cara al campeonato que se disputó en Francia, al príncipe saudí le pareció oportuno sugerirle quiénes debían jugar y quiénes no en la fase de clasificación. Pfister, que había llegado en octubre, le entregó la pizarra y dio un portazo. Arabia, dirigida por el brasileño Carlos Alberto Parreira, cayó en la primera fase.

En 1997 no admitió que el príncipe saudí le impusiera el equipo y abandonó Arabia

Al gobierno togolés le parece inaceptable la postura de sus jugadores y a través de un comunicado oficial se pregunta si los futbolistas "¿son deportistas que representan a una nación o empresarios atraídos sólo por el dinero?". La discusión sobre los premios económicos viene arrastrándose desde la Copa de África. Entonces, también fue el gobierno directamente quien gestionó la crisis.

A Pfister, sus compatriotas le llaman el africano. Un apodo ganado a pulso. El técnico es una especie de Doctor Livingstone futbolístico. En 1978 llegó a Ruanda. Después ha trabajado en la República del Congo (entonces aún Zaire), en Burkina Faso, en Ghana, en Senegal y, claro, en Togo. Además tuvo una breve y exótica experiencia en la selección de Bangladesh.

El puesto de Pfister lo ocupa otro de los técnicos del plantel, Kodjowi Mawuena. "Míster Mawuena se sentará en el banquillo en el choque contra Corea del Sur", confirmó un parco Messan Ottolou, portavoz de la federación togolesa. Según los jugadores, Pfister se fue "con lágrimas en los ojos". Pero no por sorpresa. El preparador había advertido de que ayer caducaba su paciencia para que se resolviese el conflicto. La sesión de entrenamiento fue cancelada. Aunque algunas voces sugieren que fue la plantilla togoleña quien decidió ponerse en huelga como medida de presión.

Pfister conoció a sus jugadores hace menos de un mes, a finales de mayo, cuando sustituyó a su predecesor, el nigeriano Keshi, a quien los dirigentes no perdonaron el fracaso del equipo en la Copa de África. Entonces, Pfister se refirió a las permanentes disputas entre los profesionales y los dirigentes federativos con indiferencia: "Todo eso es pasado y a mí no me concierne en absoluto". Ayer, en el día de su marcha, se lamentó: "Me habían prometido que todo estaba arreglado. No es así".