Playas con cadencia de 'reggae'
Jamaica, un destino caribeño en auge para los viajeros españoles
Jamaica se está convirtiendo en los últimos meses en un destino caribeño en auge entre los viajeros españoles. Los norteamericanos y británicos llevan años disfrutando de sus deliciosas playas, del reggae y de sus formidables paisajes, mientras que para muchos el país es un descubrimiento reciente. Aunque los ingleses tomaron la isla en 1655, muchos nombres en Jamaica recuerdan su pasado español (fueron los primeros europeos en llegar, en 1494). La antigua capital se conoce como Spanish Town (con pocos restos del periodo español y hoy muy degradada); uno de los principales destinos es Ocho Ríos, y son muchos los nombres en castellano: Puerto Seco, Río Cobre, Río Bueno...
Pero más allá de los nombres y de los yacimientos arqueológicos, en la costa norte, son pocos los restos hispanos que los ingleses -que nombraron como gobernador al famoso pirata Henry Morgan- conservaron. Sin embargo, el interés por lo español está creciendo de manera sorprendente, gracias, sobre todo, a las inversiones hoteleras. Grupos como RIU, Iberostar, Piñero (Bahía Príncipe), Excellence o Fiesta Hoteles harán de España el primer inversor extranjero, y traerán en sus vuelos chárter a gran número de turistas españoles (se calcula que hasta 100.000 al año).
Port Antonio, a unos 90 kilómetros de Kingston, en la costa noreste, es probablemente la zona más espectacular. Enamoró a Ian Fleming, quien ambientó varias historias de James Bond en la isla, y cuya antigua villa Goldeneye, por la que pasaron celebridades del celuloide y la literatura como Elizabeth Taylor o Truman Capote, es en la actualidad un hotel. También fue visitante asiduo de la zona Errol Flynn, quien compró un islote frente a sus costas. Brooke Shields hizo las delicias de millones de adolescentes con sus insinuantes baños en The blue lagoon (así se llama aún la cala de aguas azules), donde se pueden alquilar villas; visitar recónditas playas, como las de Frenchman Cove, Winnifred Beach o Goldeneye (allí se rodó la celebre imagen con Ursula Andress saliendo del mar con su sugerente biquini, puñal en ristre); bordear la costa en barco, o disfrutar de la exuberancia tropical y recordar imágenes de Robin Williams en Club Paradise o Tom Cruise en Cocktail, también rodadas en la zona.
Cerca de Port Antonio, pocos kilómetros al este, en Boston, se disfruta, además de algunas interesantes playas vírgenes, del manjar más famoso de Jamaica, el jerk chicken, un plato de pollo con una salsa picante extraída de un fruto local apto sólo para quienes encuentran la comida tex-mex algo suave.
Si se prefiere la montaña a la playa, las celebres Blue Mountains despliegan su frondoso paisaje, donde se cultiva el que los jamaicanos denominan el mejor café del mundo. Tal escenario se descubre, por ejemplo, en marchas nocturnas de la mano de expertos guías. Además de espectaculares vistas de Kingston y su bahía, las Blue Mountains guardan el célebre hotel Strawberry Hill, regentado por Chris Blackwell, un excéntrico británico asentado en la isla desde hace 30 años, descubridor y productor de leyendas de la música como Bob Marley o el conjunto U2. El antiguo propietario de la legendaria casa discográfica Island Records es hoy un próspero empresario de establecimientos hoteleros con encanto, a modo de hoteles rurales jamaicanos, situados en lugares recónditos. En las paredes de Strawbery Hill cuelgan varios de los discos de oro y platino conseguidos por el verdadero icono cultural jamaicano y el hombre que dio a conocer el reggae y la cultura rastafari en el mundo.
Más al oeste, en la costa norte, surge Ocho Ríos, ciudad turística por excelencia, parada de muchos cruceros que surcan el Caribe y territorio de los primeros grandes complejos hoteleros del todo incluido. Uno de los clásicos es el Sansouci, enclavado entre varias bahías privadas rodeadas de vegetación, y de estilo neocolonial.
Nadar con delfines
En las afueras de Ocho Ríos espera uno de los mayores atractivos turísticos de la isla: las cascadas de Dunn's River, que se pueden remontar a pie desde la playa con la compañía de guías. Aquí se sitúa también el Dolphin Cove, que ofrece al turista la posibilidad de darse un chapuzón con delfines amaestrados. La siguiente visita lleva a Sevilla la Nueva, sitio arqueológico que reúne las diferentes etapas de la historia jamaicana. No muy lejos de aquí, en Nine Mile, se localiza la casa natal de Bob Marley.
Entre Ocho Ríos y Montego Bay se suceden espléndidas playas, en zonas como Discovery Bay (donde se asegura que llegó Cristóbal Colón) o Runaway Bay, así denominada porque se afirma que desde allí huyeron los últimos españoles tras la toma de la isla por los ingleses. Algunos hablan aquí ahora de la spanish invasion, pues ésta es la zona donde se concentrarán la mayoría de los complejos de capital español, algunos de los cuales se abrirán ya a finales de este año, uniéndose a los tres con los que cuenta la cadena RIU en Negril y Mammee Bay.
Montego Bay es la segunda ciudad del país y capital turística. Su aeropuerto distribuye a los viajeros por toda la costa norte. Su puerto recibe cientos de cruceros al año, y sus playas concentran algunas de las joyas hoteleras, como el clásico Half Moon, pionero entre los hoteles de lujo, enclavado en una extensa propiedad de casi 90 hectáreas con reserva natural incluida. Cerca, en una de las casas de Round Hill, pasaron su luna de miel Jacqueline y John F. Kennedy. Y se puede alquilar la villa de Ralph Lauren.
En Montego Bay se celebra cada último fin de semana de enero el principal evento cultural, el Jamaica Jazz Festival que atrae a miles de turistas y estrellas del reggae, el pop y la música ligera. Conviene reservar con tiempo, ya que la zona se colapsa con tal motivo.
La milla de oro del turismo jamaicano se extiende en los alrededores de Montego Bay: Rose Hall. Fue urbanizada hace medio siglo por la familia estadounidense Rollins, dueños aún de parte de establecimientos como el Ritz-Carlton, o, antes, el Windham. En esta área se construye un complejo de casi mil habitaciones propiedad de la cadena española Iberostar, cuya inauguración está prevista para finales de 2006. Aquí se concentran los más afamados campos de golf de Jamaica, como el White Witch, el Cynammon Hill o el Half Moon. La zona es un buen punto de partida para visitar, en el interior, el montañoso Cockpit Country, olvidarse del mundo por unas horas o incluso pasar unos días en la antigua plantación azucarera de Good Hope, o perderse por las poblaciones de los maroons, esclavos liberados por los españoles que vencieron a los británicos y que aún hoy disfrutan de un régimen autónomo.
Negril, en el extremo occidental, cuenta con una de las mejores playas, de finísima arena blanca y aguas deslumbrantes. Un paraíso playero con visita casi obligada: el Rick's Café, inmejorable para contemplar la puesta del sol, disfrutar de reggae en directo o asombrarse con la acrobacia de los saltadores que se zambullen en el agua desde alturas de vértigo. La costa sur, más virgen, depara bellos parajes, como los de Treasure Beach, con el célebre hotel Jake's, un complejo de chozas frente a la playa. Algunos kilómetros más allá, Black River invita al rafting, y Bluefields es ideal para quienes buscan algo más que un hotel de lujo.
Jesús Silva es embajador de España en Jamaica
GUÍA PRÁCTICA
Cómo ir- Marsans (www.marsans.es; 902 30 60 90) tiene un viaje combinado a Jamaica, con vuelo directo de Madrid a Montego Bay y siete noches de hotel todo incluido, desde 599 euros por persona, más tasas.- Mundicolor (www.mundicolor.es; en agencias) también ofrece un paquete con vuelo directo a Montego Bay y siete noches de hotel incluido, desde 599 más tasas.Información- Oficina de turismo de Jamaica (www.visitjamaica.com). Oficinas en Montego Bay (00 876 952 44 25) y Port Antonio (00 876 993 30 51).- Información turística de Jamaica en España (934 14 02 10).
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