Monovolumen de diseño innovador
Un diseño atrevido que no deja indiferente. Es lo que distingue de otras propuestas similares al nuevo Roomster, el primer monovolumen de Skoda. Y es que su carrocería sorprende con un cóctel de formas muy singular: combina un frontal de turismo y un habitáculo de monovolumen, y la dualidad se mantiene también por dentro, con unas plazas delanteras enfocadas a la conducción y las traseras pensadas para disfrutar el paisaje. El tamaño contribuye también a la originalidad, porque sus 4,2 metros de largo lo sitúan en un hueco único de mercado, a medio camino entre los monovolúmenes pequeños (Modus, Note, Meriva) y los medios (Scénic, Picasso, Altea).
El interior del Roomster es desahogado y flexible. Y su maletero mide al menos 450 litros. Estos aspectos le permiten, junto a un chasis y unos motores apropiados para viajar, cumplir como coche único familiar. Así, su sentido práctico hace que sea especialmente indicado para familias jóvenes o como segundo coche de la casa.
El Roomster llegará en octubre con unos precios a partir de 14.500 euros, y hasta el acabado básico incluirá de serie ABS, cuatro airbags y aire acondicionado.
La nueva cara de Skoda
Este monovolumen supone una pequeña revolución estética en Skoda, porque su vanguardismo rompe con el clasicismo habitual en la firma y muestra el lenguaje de diseño que tendrán sus nuevos modelos. El frontal, que reinterpreta el escudo de la marca con un aire más fresco y juvenil, se aplicará también en el próximo Fabia (2007). Aparte de las dos zonas diferenciadas características de la carrocería, el Roomster destaca por sus detalles originales, como las formas asimétricas de las ventanillas, la decoración en negro de los pilares (una solución que estiliza la figura) y los picaportes de las puertas traseras, que van ocultos. El conjunto sobresale por su creatividad y ofrece una nueva visión del formato monovolumen.
Cinco motores, de 70 a 105 CV
La mecánica también innova, y el Roomster equipa un chasis modular elaborado con componentes de otros modelos: la zona delantera procede del Fabia; la suspensión trasera, del Golf... Pero resalta sobre todo la distancia entre los ejes de las ruedas delanteras y traseras, que es superior incluso a la del Octavia, su hermano mayor. Esta característica aumenta el espacio interior y también el aplomo y la estabilidad en carretera.
La gama contará con cinco motores, todos con cambio manual de cinco marchas: 1.4 y 1.6 en gasolina (85 y 105 CV) y 1.4 TDi y 1.9 TDi turbodiésel (70, 80 y 105 CV). Más adelante llegarán propulsores más potentes y los cambios secuenciales DSG.
El equipamiento se estructura en tres acabados -Friend, Family y Fun-, y todos incluyen de serie los elementos fundamentales. El Friend contará con ABS, cuatro airbags, aire acondicionado y ordenador de viaje, entre otras cosas, y el Family sumará elementos como las llantas de aleación y el cierre centralizado con mando a distancia. El control de estabilidad ESP y otros sistemas, como los faros adaptativos que giran con la dirección para ampliar la visibilidad, estarán disponibles como opción.
El abanico de precios es pequeño y parte de los 14.500 euros del 1.4 Friend para llegar hasta los 19.900 euros del 1.9 TDi Fun.
MALETERO: GRANDE Y AMPLIABLE
LA CAPACIDAD de carga es uno de los puntos fuertes del Roomster. En la configuración menos favorable, con los asientos traseros retrasados al máximo para que los pasajeros viajen en la posición más confortable, el maletero tiene ya 450 litros, un volumen suficiente para una familia media, mayor que el de cualquier monovolumen pequeño y superior al de varios modelos compactos. Y si se necesita más espacio, basta adelantar las plazas de atrás para disponer de 530 litros. Además, si se pliegan los respaldos traseros, tiene 1.555 litros, y sacando las butacas se alcanza el volumen máximo de 1.780 litros (en la imagen). El maletero dispone también de un doble fondo debajo del piso, perchas, ganchos y hasta anclajes especiales para bicis.
UN INTERIOR LUMINOSO Y DESAHOGADO
LAS DOS PARTES que forman la carrocería del Roomster se aprecian en el interior y crean sensaciones diferentes según se viaje en las plazas delanteras o en las traseras. En las primeras recuerda a un turismo, porque la altura al techo es reducida y tiene un puesto de conducción bajo que envuelve al piloto. Atrás, en cambio, es como un monovolumen: los asientos van más arriba, el techo es muy alto y las ventanillas muy grandes. Estas soluciones potencian la luminosidad; permiten disfrutar del paisaje incluso a pasajeros de baja estatura, como los niños, y hacen que los ocupantes de la zona posterior se sientan como en un escaparate móvil, sobre todo si además se adquiere el techo panorámico opcional.
La fila trasera incluye tres asientos individuales muy prácticos y con detalles que mejoran su flexibilidad. La plaza central se pliega y sirve de apoyabrazos, y las laterales se pueden retrasar y reclinar para aumentar el confort. Pero ofrece otras configuraciones interesantes, porque permite sacar la plaza central para dejar sólo dos asientos, una solución ideal para que dos adultos muy corpulentos viajen sin apreturas (en la foto). Y es que aunque en las plazas traseras sobra espacio para las piernas y la cabeza, la anchura es limitada y no permite alojar cómodamente a tres adultos. Además, tampoco hay muchos huecos para objetos. Delante dispone de bolsas en las puertas, dos posavasos junto al cambio y una guantera doble, la superior refrigerada. Pero atrás se echan en falta más, porque sólo tiene un posavasos y las bolsas de los respaldos.
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