Blair y Chirac se inclinan por las centrales nucleares para afrontar la crisis energética
Londres y París proponen un grupo de alto nivel para reaccionar ante una emergencia
Tomando abiertamente partido por el desarrollo de la energía nuclear y la cooperación entre sus dos países en este campo, el presidente francés, Jacques Chirac, y el primer ministro británico, Tony Blair, marcaron ayer un punto de inflexión en el debate sobre la moratoria de la construcción de nuevas centrales atómicas. La reunión entre Blair y Chirac en París, que tenía como objetivo fijar las prioridades del próximo Consejo Europeo, se centró básicamente en el problema energético; Francia y el Reino Unido propusieron que la Unión Europea se dote de un grupo de alto nivel para poder reaccionar con más rapidez en caso de crisis energética.
La reunión de ayer en el palacio del Elíseo contrastaba con la que ambos líderes mantuvieron en el mismo lugar justo después del no francés al Tratado Constitucional Europeo (TCE) y con el rompecabezas de la financiación de la UE sin resolver. Ayer, el tema europeo quedó aparcado, la reflexión sobre el TCE aplazada hasta 2008 y, por lo que apuntaron, el Consejo Europeo de la semana que viene cerrará probablemente la puerta a nuevas ampliaciones, más allá de las ya acordadas.
Ambos líderes, que vislumbran ya el final de sus años en el poder, relajados y sonrientes, se mostraron de acuerdo en casi todo: reconocieron el derecho de Irán a desarrollar su programa nuclear y también la necesidad de evitar que desemboque en el desarrollo de armas atómicas.
Pero el tema central del encuentro franco-británico, al que asistieron los ministros de Exteriores, Asuntos Europeos, Defensa, Industria y Medio Ambiente de ambos Gobiernos, fue el de la energía: la imparable subida del precio del petróleo, las amenazas sobre el abastecimiento y las sombras que plantea el calentamiento global del planeta.
El comunicado final señala que Francia y el Reino Unido comparten "una visión a largo plazo, determinada por los objetivos de la seguridad de los abastecimientos y la lucha contra el cambio climático". Para ello, París y Londres proponen reforzar el diálogo de la UE con los países productores, y en especial con Rusia, pero también con los Estados por donde transita el gas o el crudo que tiene como destino Europa como Moldavia, Ucrania o Turquía. Entre las propuestas sobre la energía, Chirac y Blair sugieren la creación de un grupo de expertos de alto nivel, que vigilaría las fluctuaciones de la oferta y la demanda para anticiparse a las crisis.
Sin salir del ámbito de la energía, Chirac y Blair anunciaron la creación de un fórum nuclear franco-británico que reuniría a miembros de ambos Ejecutivos, representantes de la industria y expertos para cooperar en la investigación, intercambiar conocimientos, estudiar los problemas del desmantelamiento de las viejas centrales nucleares y de la gestión de los residuos. Pero Blair fue más allá al asegurar que su país, donde sólo el 20% de la energía tiene origen nuclear, puede aprender de la "larga" experiencia de Francia, que genera el 80% de su electricidad en sus centrales atómicas.
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