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PATÉ DE CAMPAÑA | El futuro de Cataluña
Columna
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La 'quinta del seiscientos'

El titular, para variar, lo puso Jordi Pujol cuando bautizó a la gerontocracia convergente reunida ayer en el auditorio del World Trade Center con el apelativo de "la quinta [él dijo lleva] del seiscientos", la de 1979, a la que la campaña nacionalista hace tan explícita referencia. Pujol cumplía ayer 76 años y al final del acto no faltó el pastel para recordarlo y el Per molts anys del Club Súper 3, palmeado disciplinadamente por los asistentes cual miembros de un Politburó de Breznev. Eso fue lo más destacable de la intervención de Pujol. Sus referencias insistentes a Prat de la Riba, la verdad, no encendieron los ánimos. Se diría que con la jubilación ha perdido punch mitinero.

En cambio, quien no lo ha perdido en absoluto es Miquel Roca. Se plantó ante el atril y, mirando a la platea, soltó con toda naturalidad: "Hola, sóc Miquel Roca". Lo cual quería decir varias cosas, todas inteligentes.

En primer lugar, podía leerse como un suave reproche a quienes le habían precedido en el uso de la palabra. Los allí congregados, ciertamente, no tenían dudas de que las dos primeras intervenciones habían corrido a cargo de Macià Alavedra y de Llibert Cuatrecases, pero de haberse colado un joven nacido con el Estatut de Sau bajo el brazo, la cosa no hubiera estado tan clara. Sería bueno recuperar la sana costumbre de presentarse sin dar por descontado que en Cataluña nos conocemos todos, porque no es verdad. Además, la presentación encerraba también una fina ironía sobre el tiempo que pasa y que, quieras o no, nos cambia el aspecto. ¿Cuánto hace que Miquel Roca no está en política? Perdió las municipales de 1995 y anunció su retirada definitiva en el último pleno de aquella legislatura, el 30 de junio de 1999. Ayer mismo, como quien dice. Pero el hombre mantiene la lógica cartesiana y la lengua afilada que los de la quinta del seiscientos tan bien conocíamos. Roca no tuvo reparos en enviar al psiquiatra a los republicanos porque, según él, votan no aunque quieren que salga sí, y dijo que en el referéndum optará por la afirmación "con entusiasmo y sin complejos". "Nosotros", concluyó, "nunca hemos dicho ara toca no". "Presidente", concluyó con sorna dirigiéndose a Jordi Pujol, "no dejes que te roben el eslogan". Y se sentó mientras los presentes le aplaudían largamente.

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