Esperando a Diego
Argentina anhela la visita de Maradona mientras Pékerman decide quién acompañará a Crespo en el ataque
Un estremecimiento recorrió ayer la concentración de la selección argentina cerca de Núremberg: "Mañana viene Diego", dijo alguien sin que nadie se atreviera a confirmarlo. Probablemente, porque, tratándose de Maradona, es imposible confirmarlo. Lo que es seguro es que El Diez se encontraba ayer en Nápoles y viajará hoy a Alemania, invitado por la FIFA para la fiesta del partido inaugural entre la anfitriona y Costa Rica. A partir de ahí, la pequeña y bucólica localidad que aloja a la albiceleste, Herzogenarauch, se puso en ebullición. El diario Olé citaba fuentes cercanas a Diego para aventurar la presencia del ex capitán. Entre la tensión y la monotonía de los días previos a la gran cita, la llegada del ídolo por excelencia de los jugadores argentinos supondría un terremoto. Infinitamente superior al que causó ayer Batistuta, que visitó con un amigo a sus ex compañeros y no quiso hacer declaraciones porque tiene un contrato con la cadena mexicana Televisa. El apoyo de Batistuta no es cualquier cosa. Se trata del máximo goleador en la historia de la selección, con 59 goles, muy por encima de los 34 de Maradona.
Vista en perspectiva, la marca de Batistuta impresiona. Dobla en efectividad al actual 9, Crespo, que suma 29 tantos en 54 partidos. El delantero del Chelsea está, pues, en disposición de alcanzar a Maradona. Siempre que le salga un Mundial redondo, claro. Después de conquistar la Liga inglesa con el club londinense y de ganarse la confianza de José Mourinho, con quien dice haber establecido "una relación muy especial", Crespo, de 29 años, es el único de los seis delanteros de José Pékerman con la titularidad asegurada. Los otros cinco -Saviola, Tévez, Cruz, Palacio y Messi- se disputan un puesto. Ésa es la incógnita para la alineación del estreno, el sábado, frente a Costa de Marfil en Hamburgo. El elegido probablemente será Saviola por aquello de mezclar a un delantero fuerte con uno liviano. Y porque a Pékerman le encanta. Lo ha escogido en los últimos amistosos. También frente a Angola, en la victoria argentina con tantos de Maxi Rodríguez y Sorín. Saviola acabó embalado el curso con la conquista con el Sevilla de la Copa de la UEFA. Pero lo mismo podría decirse de Tévez, que ha triunfado en el Corinthians tras un arranque difícil, y de Julio Cruz, esencia de eficacia máxima como jugador número 12 del Inter de Roberto Mancini. La mayor incertidumbre es Messi. Y su estado de forma después de meses de lesión. Pareció muy recuperado ante Angola. La Pulga fue el primer sustituto en entrar. Y el segundo, Aimar, que también transmitió buenas vibraciones. La tentación de Pékerman es la de jugarse la carta de Messi a la primera ocasión.
Argentina se está entrenando con frecuencia a puerta cerrada. Sus horarios son imprevisibles. Si los ensayos están previstos a las 16.00, comienzan a las 18.00. Y así. El esquema que baraja Pekerman es un 3-4-1-2. No hay duda de que Abbondazieri ocupará la portería; los tres centrales previstos son Burdisso, Ayala y, si se recupera, Heinze; habrá cuatro en el centro del campo: Maxi, Mascherano, Cambiasso y Sorín; un enganche, Riquelme, y dos atacantes.
A pesar de no haber ganado el título en 20 años, Argentina cree en sí misma. El grupo está cohesionado. Los 23 hombres de Pékerman se abrazaron hace unos días y cantaron, emocionados, el himno de su país mientras recibían la bienvenida de Herzogenarauch, una localidad de gran valor simbólico para el fútbol alemán: en ella nació Matthäus, el único, junto al portero mexicano Carvajal, que ha disputado cinco Mundiales, y los hermanos Dassler, creadores de Adidas y Puma.
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