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Un negocio de altos vuelos

Ferrovial está ya presente en Reino Unido y en el mercado de explotación de aeropuertos -un negocio cada vez más lucrativo gracias a la popularización del transporte aéreo- desde hace unos cinco años. Con la compra de BAA, el segundo grupo español de construcción y servicios obtendrá un 25% de las ventas del negocio aeroportuario, mientras las ventas internacionales del grupo superarán el 60% del total.

Ahora, la compañía que controla la familia Del Pino participa en la gestión de cuatro aeropuertos, dos de ellos en el Reino Unido (Bristol y Belfast), uno más en Australia (Sidney) y otro en Chile, por los que transitan más de 36 millones de pasajeros.

La apuesta por los aeropuertos se reflejó también en agosto pasado con la compra de la suiza Swissport, la mayor compañía independiente -no asociada a ninguna aerolínea- de asistencia en tierra de aeronaves y pasajeros (handling), por 646 millones de euros, más una deuda de 310 millones. Swissport opera en 170 aeropuertos de 40 países.

La gestión aeroportuaria es cada día un negocio más rentable, pero sigue de forma mayoritaria en manos públicas -como el caso de España- y las empresas privadas están deseando aumentar su participación en él. En 2005, el sector aéreo mundial alcanzó unos niveles de tráfico récord, con un aumento del tráfico internacional del 7,6%. El sector prevé que el tráfico crezca este año entre el 5% y el 6%.

Por otra parte, Ferrovial ha demostrado tener predilección por el mercado británico en los últimos tiempos. La compra de BAA se produce dos años después de que el grupo que preside Del Pino se hiciera con el control la británica Amey, compañía de servicios y de promoción privada de obras públicas. Desde febrero de 2005, Amey controla el 66% de Tube Lines, encargada del mantenimiento de tres líneas de metro de Londres (Jubilee, Northern y Piccadilly).

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