Alta participación de los peruanos residentes en España

Un 75% de los electores peruanos empadronados en Madrid acudieron ayer a votar en el céntrico Palacio de Deportes en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, según datos del Consulado de Perú en Madrid, cifra similar a la de la primera vuelta. La alta participación de los peruanos se explica en buena medida por la multa de 40 dólares (unos 30 euros) que sanciona a los abstencionistas.

Enrique Huapaya, de 35 años, optó por votar nulo, porque no quiso elegir "entre el malo y el peor". "Vine para no pagar la multa. Si no, me quedo en casa", añade. En la primera vuelta había votado por la derrotada candidata de centro-derecha, Lourdes Flores, que en España encabezó los resultados de abril. En cambio, Andrés votó por Alan García: "No estoy contento de su primer Gobierno [García presidió el país entre 1985 y 1990], pero tampoco nos conviene un amigo de Chávez", dice, aludiendo a Ollanta Humala.

Al contrario de la primera vuelta, en la cual a miles de peruanos les fue imposible votar, la jornada de ayer se desarrolló sin problemas, y la casi totalidad de los ciudadanos que llegaron a la hora pudieron depositar su papeleta en la urna, tanto en Madrid como en Barcelona, dos ciudades que suman un 90% de los más de 70.000 electores con residencia en España. En Madrid, el abandono de la Casa de Campo y la elección del Palacio de Deportes, que cuenta con más y mejores accesos, favoreció la tranquilidad del proceso. En las pantallas gigantes, en vez de los resultados de alguna competición deportiva, se podía contemplar una gran bandera peruana en movimiento y las instrucciones para acercarse hasta la urna. Mientras distribuye bocadillos y latas de soda a los interventores del partido de Alan García, César Maldonado explica que el sitio es "una bendición de Dios".

Pequeños incidentes

En el centro de la pista se encontraba la gran mayoría de las más de 200 mesas. Sólo una tuvo que ser cerrada, al ocurrir un incidente: una voluntaria encargada de la mesa intentaba cobrar por su trabajo un euro a cada votante, según cuenta el cónsul en Madrid, Diego Alvarado. Asimismo, se registró retraso en la apertura de muchas mesas, a causa de la ausencia o de la tardanza de sus miembros.

Además del lugar, la ayuda de los ciudadanos fue determinante. Georgina, una joven voluntaria, explica que al ver la desorganización en la primera vuelta en abril, propuso su colaboración para agilizar el proceso y "mejorar la imagen del país".

En Barcelona, donde están registrados 20.000 electores, tampoco hubo ningún contratiempo importante y prácticamente no se vieron colas, a excepción de a primera hora de la mañana, cuando se concentraron más votantes, informa la agencia Efe. España es el segundo país del mundo por el número de votantes peruanos, tras Estados Unidos donde hay 140.000.