Las prejubilaciones, en horas bajas

Uno de los instrumentos más usados en los últimos 15 años para acometer reestructuraciones de plantilla, las prejubilaciones, se bate en retirada. "Ha sido una panacea, pero tiene los días contados", reconoce Antonio Guerrero, del gabinete técnico de la FIA-UGT, federación que incluye al sector textil, muy afectado en España por las deslocalizaciones. Guerrero mantiene que, pese a que se ha abusado de ellas, sigue defendiendo las prejubilaciones que se realicen "con criterios objetivos y de solidaridad con el resto de la plantilla, aunque ahora se les echa la culpa de todos los males".

Respecto a la conversión de los afectados en emprendedores, Sergio Alonso, de Reno de Medici, lamenta la poca iniciativa empresarial en España, que lastra esta posible salida laboral. La Fundación para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo, en la que colabora desde nuestro país el Consejo Económico y Social (CES), ha publicado un informe en el que examina los elementos que afectan positiva y negativamente a la creación de negocios como alternativa para los trabajadores que se enfrentan a un ERE (www.eurofound.eu.int/pubdocs/2005/70/en/1/ ef0570en.pdf). Entre los casos de éxito, el informe analiza a la empresa asturiana Valnalón, nacida de la crisis siderúrgica en los años ochenta.

El estudio, que lleva por título Apoyo a las medidas para la creación de negocios tras una reestructuración, reivindica lo que denomina "reestructuraciones socialmente responsables", un concepto surgido de los objetivos de la Estrategia de Lisboa para 2010 lanzada por la UE. Para sus autores, Antonio Corral, Íñigo Isusi y Jennifer Stack, del Instituto Vasco de Investigación y consultoría Ikei, la responsabilidad social ante una reducción de plantilla supone un giro radical respecto al pasado, en el que el énfasis recaía en las medidas a corto plazo para reducir costes y en la satisfacción inmediata de los intereses de los accionistas.

Tras advertir del posible incremento del número de redimensionamientos de empresas en Europa en el futuro, el informe apoya la implicación de las diferentes administraciones públicas en el lanzamiento de nuevos negocios que alivien los efectos de las reestructuraciones, desde la formación a los créditos blandos, pasando por el suministro de incubadoras de empresas y los préstamos de tecnología y maquinaria.

Con todo, el estudio reconoce que la creación de negocios por personas afectadas por una reducción de plantilla es todavía una opción minoritaria, a la que, dependiendo de los sectores y los países, sólo están dispuestos a acogerse, indican los autores, entre el 1,2% y el 10% de la fuerza laboral implicada.