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Reportaje:

Unos planes refinados

BP proyecta una nueva planta de coquización retardada en Castellón

María Fabra

La refinería que BP Oil posee en Castellón facturó en 2005 un total de 5.471,23 millones de euros, lo que supuso unos beneficios 142,52 millones de euros y un incremento de ventas con respecto al año 2004 de más del 33%. El margen de beneficios registró una mayor subida y se situó por encima del 50%. Sin embargo, las previsiones apuntan a que la puesta en marcha del nuevo proyecto de fabricación de coque puede elevar el incremento de beneficios hasta un 70%.

La ampliación supondrá un aumento del 20% de la actual plantilla fija (400 empleados) y generará entre 150 y 200 puestos indirectos

Éste será el primer gran proyecto que pondrá en marcha el director general de BP Oil Refinería de Castellón, Jorge Lanza, un ejecutivo de 38 años que desde hace una docena trabaja para el grupo. Tras pasar por distintas áreas y sedes, como Bruselas y Londres, Lanza tomó las riendas de la refinería en la capital de La Plana que, aunque forma parte del grupo y está participada en un 100% por BP, está definida por una sociedad con domicilio fiscal en la ciudad en la que está implantada.

El plazo de entrada en funcionamiento de la nueva planta de coque se ha fijado para 2008, después de que el grupo aprobara el proyecto que convierte a Castellón en la tercera refinería europea de BP donde se va a fabricar este producto, destinado a las cementeras. Con una inversión de 250 millones de euros, la nueva planta "garantiza la competitividad de la refinería a largo plazo", según Jorge Lanza. Así, los otros cuatro complejos de refino que el grupo posee en Europa habrán de esperar.

Hasta ahora, sólo Repsol, en Puertollano y A Coruña, producían coque en España, pese a que es el cuarto consumidor mundial de este producto, después de países como Estados Unidos, Japón y Canadá. Las cementeras españolas utilizan cerca de cuatro millones de toneladas anuales de las que cerca de tres millones han de ser importadas, principalmente, de Estados Unidos. BP prevé fabricar 400.000 toneladas al año, lo que equipararía su producción, aproximadamente, a la de cada una de las plantas Repsol ya que ambas suman una producción nacional de 940.000 toneladas.

Refinería reconvertida

Sin embargo, la nueva planta de Coquización Retardada supondrá, además, una reconversión de la producción de la refinería de BP en Castellón o, según Jorge Lanza, una "adaptación a las demandas del mercado". En cualquier caso, a partir de 2008, prácticamente la mitad de la producción de la refinería que BP Oil tiene en Castellón será de gasóleo, lo que supone un incremento de 13 puntos respecto a la producción actual en esta planta, que se traduce en la puesta en el mercado de 750 millones de litros más de diésel. La reconversión elevará a un 54% la producción dedicada al gasóleo, que actualmente es del 41%, con lo que, probablemente, la Comunidad Valenciana logrará reducir su porcentaje de importación de este producto que, actualmente, es de alrededor del 30%.

El coque ocupará un 8% del total de la producción, mientras que el proyecto incluye, además, la eliminación de la fabricación de fuel, producto que hasta ahora ocupaba un 17% de las materias que salían de la planta, lo que supone que dejara de comercializar unos 4,5 millones de toneladas al año. La puesta en marcha del proyecto supondrá un ligero incremento en la fabricación de gasolina.

Los datos en los que se han basado señalan que mientras el consumo de gasóleo ha crecido un 9%, el de la gasolina ha disminuido un 2% y el de fuel industrial hasta un 5%. Pese a estos dos índices negativos, BP sólo dejará de producir fuel en Castellón, producto que ha dejado de consumir la mayoría de las industrias y que también rechazan las térmicas que utilizan los ciclos combinados. Pese a ello, el consumo de gasóleo aún es elevado y, según Lanza, su suministro estará, en cualquier caso, garantizado por otros productores aunque, probablemente, habrá de ser importado.

La ampliación supondrá un incremento del 20% de su actual plantilla fija (400 empleados), ya que se prevé la contratación de 50 nuevos trabajadores directos, aunque se generarán entre 150 y 200 puestos indirectos.

Jorge Lanza, director de la refinería BP-OIL de Castellón.
Jorge Lanza, director de la refinería BP-OIL de Castellón.ÁNGEL SÁNCHEZ

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