Ibarretxe admite ahora debatir la necesidad del Observatorio de Derechos
El PSE considera que ya es suficiente con el Ararteko y la Dirección de Derechos Humanos
El lehendakari, Juan José Ibarretxe, admitió ayer la conveniencia y la necesidad de debatir en la Cámara no sólo sobre el proyecto de Observatorio de Derechos Humanos, contenido en su Plan de Paz y Convivencia, sino sobre la propia necesidad del organismo, al que se refirió en todo momento con el término de "instituto" y del que recalcó que sigue considerándolo útil. Ibarretxe descartó recurrir a la vía de un decreto gubernamental para ponerlo en marcha.
La interpelación que el socialista Rodolfo Ares dirigió ayer al lehendakari sobre el publicitado Observatorio Internacional de Derechos Humanos le dio a éste ocasión de relativizar su empeño actual en el proyecto, aunque siguió reivindicando su utilidad y el valor del diseño efectuado por el ex director general de la Unesco Federico Mayor Zaragoza. El Gobierno invirtió en él 91.000 euros en el mandato anterior, pero el proyecto quedó varado por la falta de mayoría parlamentaria del Ejecutivo.
El proyecto sigue ahora incluido en el Plan de Paz y Convivencia entregado a la Cámara recientemente, pero Ibarretxe se mostró ayer muy cauto al hablar de su futuro. El lehendakari dijo que lo incluyó en las promesas de su investidura porque así estaba recogido en el programa de Gobierno suscrito por el PNV, EA y EB, pero admitió que ahora resulta conveniente someter a discusión la propia "necesidad e interés de este instituto", un término que reiteró en varias ocasiones.
El portavoz socialista obtuvo satisfacción también a su pregunta de si el Gobierno terminará recurriendo a un decreto para crear el organismo, en caso de que no logre el consenso de la Cámara sobre el observatorio. Ibarretxe fue claro: no lo hará. "Si estoy hablando en estos términos, es obvio que estoy descartando iniciativas de carácter unilateral del Gobierno, porque ¿para qué serviría? ¿Para que serviría un Observatorio de Derechos humanos impulsado sólo desde el Gobierno. No tendría ningún sentido". "No se trata de volver atrás para ver la oportunidad o no que tenía, sino debatir la que tiene en estos momentos", añadió
Ibarretxe dijo no querer que se ponga en marcha "a cualquier precio". "Es más importante que haya acuerdo sobre el proyecto y su necesidad que en cómo se haría después", añadió. Por eso, aclaró, el Gobierno no ha llevado esta vez a la Cámara un proyecto de ley, sino una propuesta dentro del Plan de Paz y Convivencia.
El lehendakari restó importancia al añadido del término "internacional" en la actual denominación de la propuesta, una explicación que Ares le reclamó en su réplica, al tiempo que cuestionaba la necesidad de crear un nuevo organismo en materia de derechos humanos. Ibarretxe lo había justificado por una concepción amplia de la idea de paz, no reducida a la ausencia de violencia.
"Para reivindicar la memoria de las víctimas no hace falta un observatorio, internacional o no. Eso se hace desde la política", le había dicho Ares. El portavoz socialista concedió que también después del final del terrorismo quedará una labor en favor de los derechos humanos y rebatió así la acusación del lehendakari de albergar "una visión reducida de la paz", pero consideró que "ya hay mecanismos para velar por ellos, como la Dirección de Derechos Humanos o el Ararteko". "No hacen falta más organismos, ni gastar más dinero, sino dotar de medios a lo que ya existe", añadió.
Ares argumentó que si en la época en que el terrorismo atacaba y amenazaba con más dureza ya albergó su grupo dudas sobre la conveniencia de ese Observatorio, con más razón es cuestionable ahora, "una vez que nos encontramos en el principio del fin" de la violencia. "Una destacada miembro de su partido llegó a decir que era instrumento imprescindible para alcanzar la paz. Parece que no tenía razón, porque otros, sin Observatorio, estamos en el camino de acabar con el terrorismo" añadió.
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