Cinco detenidos por asaltar en garajes, retener y robar a vecinos de Moratalaz
La policía decomisa una pistola, dos cuchillos y diversas joyas en el domicilio de la banda
La policía ha desarticulado una banda delictiva que había creado una gran alarma social en el distrito de Moratalaz, ya que se dedicaban a retener y atemorizar a sus víctimas para conseguir todos sus objetos de valor. La forma de actuar ha sido siempre la misma: cogían a las víctimas cuando bajaban a los garajes y, tras mostrar una gran violencia, las encerraban en el maletero de sus vehículos. Les quitaban las tarjetas y sacaban todo el dinero posible de cajeros automáticos. Sólo entonces les dejaban en libertad. Entre los cinco arrestados hay dos menores de edad.
El primer asalto de los ahora arrestados se produjo, según fuentes policiales, en Hortaleza el pasado 4 de mayo. A éste le siguieron otros cuatro, que se registraron los días 9,10, 18 y 20 de este mes en Moratalaz. La zona en la que actuaba la banda en el distrito está en una urbanización comprendida entre las calles de Valdebernardo y de Luis Hoyos Sainz.
Los ladrones actuaban de forma improvisada y sin elegir antes a sus víctimas. Aprovechaban la primera hora de la mañana, cuando éstas se dirigían a trabajar. Les salían al paso y les intimidaban con una pistola o una navaja. Siempre llevaban la cara cubierta con pasamontañas para no ser identificados.
Este fue el caso de Alejandro Matilla, de 59 años, que tuvo que pasar cuatro horas en el interior de su maletero, mientras sus captores sacaban dinero de los cajeros automáticos con sus tarjetas de crédito. Con amenazas e intimidación obligaban a las víctimas a que les facilitaran los códigos secretos de las tarjetas. A continuación, les metían en el maletero.
Vivienda desvalijada
Tras agotar el límite de las tarjetas en diversos cajeros de la capital, dejaban a la víctima en un lugar discreto. Antes le advertían y le amenazaban para que no avisara a la policía. En el caso de un vecino de Moratalaz, subieron, además, a su casa, que también desvalijaron.
Los investigadores se centraron en las denuncias de las víctimas para tratar de identificar a los criminales. Siempre eran abordadas por tres individuos, de entre 20 y 25 años, de acento suramericano. La Jefatura Superior de Policía aumentó la presencia de agentes uniformados y de paisano en las zonas donde ocurrieron los secuestros. La pista determinante fue la detención el pasado 22 de mayo de un menor y de su acompañante, Jonathan Mora Ruiz, de 19 años. Ambos, de nacionalidad colombiana, fueron acusados de un delito de robo con fuerza en un locutorio y de robo con violencia a un empleado. Entre los efectos que se les encontró había material de interés para la investigación, como una pistola.
La detención del menor, integrante del grupo, hizo que el resto de compinches se alejara del piso donde residían. Éste se encontraba precisamente en la calle de Luis Hoyos Sainz, en la que se producían los asaltos. La policía siguió a los supuestos autores y les vigiló durante días. Todos ellos habían acudido a domicilios de familiares y conocidos, lo que dificultó las detenciones. Alguno de ellos cambiaba todos los días de lugar de pernoctación, según fuentes del caso.
Dos de los arrestos fueron efectuados por agentes del Grupo II de la Brigada de Policía Judicial, especializado en criminales procedentes de América del Sur, en plena calle, en las zonas de Vallecas y de Valdebernardo. Entre los detenidos se encontraban Fernando Espinosa Isaza, de 18 años; Carlos Waldemaro Fajardo Cardona, de 21 años; Juan Guillermo Velásquez Gallego, de 19. Sólo uno de ellos tenía antecedentes por robo. También fue arrestada una menor de edad de origen ecuatoriano, según la Jefatura Superior de Policía.
La policía siempre sospechó que el piso donde residían los ahora detenidos no se hallaba lejos de los lugares en los que delinquían. El registro del domicilio ha permitido que los agentes intervinieran una pistola, cinco teléfonos móviles, juegos de llaves de varios vehículos, dos cuchillos, diversas joyas, material electrónico, un par de guantes, un gorro y un pasamontañas, junto con diversa munición.
La policía destacó ayer que, entre los efectos intervenidos, los agentes del Grupo II han recuperado dos teléfonos móviles pertenecientes a otras tantas víctimas. Los detenidos estaban pendientes ayer de prestar declaración. Está previsto que hoy pasen a disposición judicial. Las pesquisas continúan abiertas por si pudiera haber más detenciones.
Fuentes de la Delegación del Gobierno felicitaron a los investigadores y destacaron "el alto grado de eficacia" de la policía madrileña.
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