Nadal se reúne con la cúpula de France Telecom y pide tiempo para madurar la venta de Al-pi
El grupo francés advirtió a Maragall de que el operador es inviable en la situación actual
El consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno catalán, Joaquim Nadal, ha desbaratado el preacuerdo hilvanado para vender el 25% del capital que la Generalitat mantiene en el operador catalán de telecomunicaciones Al-pi a France Telecom, propietario del restante 75%. Nadal se reunió el pasado jueves con la cúpula española de la multinacional, dispuesta a quedarse con las acciones de la Generalitat sin aportar dinero fresco, y le advirtió de que él es el nuevo responsable de las telecomunicaciones en Cataluña y de que no ha tomado una decisión "sobre el cuándo, ni sobre el cómo ni sobre a quién", según el propio Nadal. En presencia del secretario general de Presidencia, Ramon García-Bragado, el consejero dijo que reflexionará "sin prisas" sobre qué hacer y pidió a France Telecom un informe con su punto de vista sobre la evolución de Al-pi.
A la reunión, que se celebró a instancias de Nadal, asistieron Luis Alberto Salazar-Simpson, presidente de Amena (con la que hasta ahora ha tenido contratada la telefonía móvil la Generalitat), y Antonio Anguita, presidente de France Telecom en España antes de que ésta comprara Amena y nombrado responsable del negocio fijo y de Internet del grupo francés a escala mundial. France Telecom declinó realizar comentarios sobre el encuentro.
Se da la circunstancia de que Anguita, siendo presidente ejecutivo de France Telecom España, envió el pasado 7 de octubre una carta a Presidencia de la Generalitat en la que, según las fuentes consultadas, afirmaba que el proyecto empresarial de Al-pi, privatizado por el Gobierno catalán hace siete años, es "inviable" en su situación actual, a menos que la Generalitat le transfiriera su 25% en el capital y los activos del operador catalán se integraran en la estrategia global de France Telecom. También precisaba que Al-pi debe a su matriz 50 millones de euros en facturas y servicios centralizados del grupo. Nadal aseguró ayer que "no le consta" dicha carta. Otras fuentes próximas al Gobierno catalán dan fe de ella.
La reunión entre Nadal y los directivos de la multinacional francesa -a la que el consejero de Presidencia invitó a sumarse luego a García-Bragado, a quien se atribuye urgencia por desprenderse del 25% de Al-pi- perseguía enfriar las expectativas de venta. Y es que, según fuentes del sector, existe una propuesta de acuerdo, no firmada, por el que la Generalitat vendería su 25% de Al-pi a France Telecom.
La venta -a la que se oponen Esquerra Republicana y CiU, más aún durante el periodo preelectoral hasta otoño- sería el golpe de gracia a la última oportunidad para intentar que Cataluña contara con un operador de telecomunicaciones autóctono, con sede en Barcelona y con ciertos compromisos con el territorio, bien especializado en empresas y con proyección a toda España, bien limitado a Cataluña pero abierto al mercado residencial. Según el diseño de ERC, la red de Al-pi engarzaría con la del organismo gestor de infraestructuras creado por la Generalitat, que daría servicio a terceros y que avanza a pasos de tortuga.
Dicha propuesta de acuerdo de venta cuenta con dos cláusulas. La primera exige al grupo francés "confidencialidad" hasta que la Generalitat decida anunciar la operación, y ésta se compromete a hacerla pública antes de que termine este año.
Concurso para Telefónica
En la segunda cláusula, la multinacional francesa afirma que no se compromete a mantener las ofertas que tenga presentadas en concurso su filial Al-pi. Este movimiento permitiría a France Telecom, una vez que controlara el 100% de Al-pi, retirarse del concurso que tiene en ascuas al sector: el de los servicios de voz y datos de la Generalitat. Se falla este año.
El grupo francés viene mostrando mayor interés por el mercado residencial que por el de empresas y las administraciones. Dejaría así vía libre a una adjudicación de ese contrato a Telefónica, que en paralelo ha anunciado 2.000 millones en inversiones en Cataluña, una nueva sede corporativa en el distrito 22@, un potenciado centro de I+D y una universidad corporativa.
"No se hará nada hasta que yo haya tomado una decisión", comentó ayer Nadal, quien comunicó a Anguita y Salazar-Simpson: "Antes de malvender Al-pi, exploraremos contactos con otros operadores del sector".