Tres votos salvan al consejero Peral de ser reprobado en la Asamblea

Apenas tres votos impidieron que la Asamblea regional reprobara ayer al consejero de Educación, Luis Peral, como propuso el grupo socialista. Cincuenta y seis de los 109 diputados presentes a última hora de la sesión plenaria de ayer, votaron en contra. Los 56 del PP, frente a 53 de la oposición. Fue el punto final de una acalorada discusión sobre el papel de Peral en la consejería.

"Si hoy se celebrara el Concilio de Trento, el señor Peral, tendría muchas papeletas para dictar la ponencia inaugural", ironizó el diputado socialista Adolfo Navarro, en una intervención en la que cargó las tintas sobre la ideología política del consejero. Lo llamó sectario, incumplidor, incompetente y de extrema derecha. Dijo que había superado "con creces los males de sus antecesores"; le tildó de homófobo por su tendencia a utilizar el adjetivo "maricomplejines" cuando habla de sus adversarios y le acusó de ser el único consejero que se ha jactado de que los padres de los alumnos no prefieran la enseñanza pública.

"Ha incrementado las desigualdades, ha promovido guetos y ha abandonado la red pública a su suerte", describió Navarro. "A muchos padres les gustaría elegir la enseñanza pública, y no pueden". Por eso, llamó a Peral "Robin Hood al revés". Por todo eso, Navarro reclamó al Gobierno regional su destitución. "Creo que le voy a salvar la cabeza, porque están a punto de cesarle y como le repruebo, igual le dejan", bromeó Navarro.

Política de confrontación

El diputado de IU Jorge García centró sus críticas a Peral en tres rasgos: una política de confrontación con la comunidad educativa, una política dualista -"una educación pública de mínimos y una privada concertada para la buena sociedad"- y ausencia de medidas para mejorar la calidad de la enseñanza.

"En los años que llevo de diputada nunca había oído un discurso tan fascista", contestó la diputada del PP Gádor Ongil. "Ha dedicado su intervención a descalificar al consejero y no a valorar su gestión".