Bush promete castigar a los responsables de la matanza de 24 civiles en Irak
"Si se violó la ley, habrá castigo". El presidente de EE UU, George W. Bush, salió así al paso de las crecientes evidencias de que un grupo de marines asesinó a sangre fría en noviembre pasado a 24 civiles en la ciudad iraquí de Haditha. Bush, que ayer hizo sus primeros comentarios sobre lo sucedido, declaró que ha analizado el asunto con el jefe de la Junta de Estado Mayor, general Peter Pace. "Es un marine orgulloso", dijo Bush, "y nadie está más preocupado por estas acusaciones que el cuerpo de marines".
A la espera de que el Pentágono difunda los resultados de las dos investigaciones en curso, The New York Times dio a conocer pruebas que contradicen la versión inicial de los soldados. Varias víctimas murieron de disparos en la cabeza y en el pecho, no por una bomba como sostuvieron los marines.
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