Salt y Cassà temen que los inmigrantes que les llegan de Canarias desborden sus servicios sociales

Los alcaldes de Salt, Jaume Torramadé, y de Cassà de la Selva, Antoni Baulida, ambos de CiU, se reunieron ayer con el subdelegado del Gobierno en Girona, Francesc Francisco-Busquets, para reclamarle medidas para atender a los nuevos inmigrantes sin papeles procedentes del norte de África. La oleada migratoria que afecta a las islas Canarias ha motivado que los dos municipios, ya con elevados índices de inmigración, reciban un flujo de subsaharianos que tiene lazos de parentesco o conocidos en la población.

Antoni Baulida asegura que en los últimos meses han llegado a su población 400 subsaharianos. Este fenómeno no es extensible a otras zonas de Cataluña. Según Jordi Roglà, director de Càritas Barcelona, no se ha detectado en el área metropolitana un incremento de subsaharianos procedentes de las Canarias, que se mantiene en los mismos niveles del año pasado. No obstante, sí admite que en algunas zonas concretas pueda haberse creado un efecto llamada.

Francisco-Busquets recordó a los alcaldes que los inmigrantes sin papeles, una vez en España, pueden desplazarse libremente. "Ninguna autoridad, ni municipal, ni autonómica, ni estatal, puede decirles adónde deben ir. Estamos hablando del derecho de libre circulación de unos ciudadanos que, aunque no tengan papeles, conservan ese derecho", señaló. El representante estatal precisó que de la reunión no había surgido "ningún acuerdo milagroso". El subdelegado reconoció que el fenómeno de la inmigración afecta más a los municipios que tienen ya importantes bolsas de inmigración.

Agravio comparativo

Los alcaldes consideran que eso supone un agravio comparativo con otras localidades y reclaman una intervención para conseguir ayudas y una redistribución más homogénea en el territorio.

Entre las propuestas que los dos alcaldes presentaron ayer figura la aplicación de un protocolo de actuación para hacer frente a la presión de la inmigración en algunos pueblos. También reclamaron la puesta en marcha de un centro de acogida o la constitución de una mesa de discusión sobre la inmigración en la que puedan participar las autoridades locales. Torramadé aseguró que salía de la reunión con el subdelegado con una sensación de "impotencia y frustración". Ambos alcaldes están dispuestos a continuar reclamando más ayudas en este ámbito. Salt es uno de los municipios de Cataluña con mayores tasas de inmigración.

Algunos de los inmigrantes que llegan a Canarias son redistribuidos hacia diversas comunidades a través de aviones o barcos fletados por el Estado, tras permanecer 40 días en centros de acogida. Muchos de los que llegan a Cataluña son atendidos en primera instancia por organizaciones no gubernamentales y, después, contactan con familiares y amigos que les prestan ayuda o les acogen en sus domicilios.