Medio Ambiente demanda sentencias "ejemplarizantes" tras las 6 condenas "leves" por usar cebos envenenados

La Consejería de Medio Ambiente se ha mostrado partidaria de condenas y sanciones "ejemplarizantes" contra quienes usen de forma indiscriminada cebos envenenados. Utilizados en cotos de caza y explotaciones agroganaderas, estos cebos (compuestos por productos con altas dosis de veneno) se han convertido en uno de los principales factores de extinción de las especies protegidas y una seria amenaza incluso para el ser humano. La delegada de Medio Ambiente en Jaén, Amparo Ramírez, demandó ayer una mayor contundencia en las sanciones después de admitir que las seis sentencias judiciales condenatorias que se han producido hasta la fecha han acabado en sanciones "leves".

La Consejería de Medio Ambiente, que ayer celebró en Jaén unas jornadas para abordar la estrategia contra los cebos envenenados, ha abierto más de 50 expedientes administrativos por la utilización de estos cebos. La Ley de Flora y Fauna tipifica como muy graves estas prácticas y establece sanciones comprendidas entre los 60.000 y los 300.000 euros y la suspensión o inhabilitación para la obtención de la licencia de caza entre cinco y 10 años. Además de estos expedientes, Medio Ambiente mantiene la suspensión cautelar de un coto de caza de Úbeda (Jaén) donde el año pasado se localizaron 30 cebos envenenados. Junto a los cebos los agentes de Medio Ambiente encontraron un gato montés, dos gatos comunes y dos culebras muertas.

Para luchar contra estas prácticas nocivas, la Consejería de Medio Ambiente cuenta con una unidad canina especializada, que en los últimos cuatro años ha detectado en torno a 500 cebos envenenados en Andalucía. A los 10 perros que hasta ahora operaban en Huelma (Jaén), con un ámbito de toda Andalucía occidental, se van a unir ahora otros seis canes para ampliar la unidad a las provincias orientales andaluzas. No obstante, los mayores esfuerzos están centrados en la actualidad en el parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén) para garantizar el vuelo de los tres ejemplares de quebrantahuesos nacidos dentro del programa de cría en cautividad, un programa que se ha retrasado en varias ocasiones por culpa de la proliferación de cebos.

"Tolerancia cero"

"En este tema tiene que haber tolerancia cero", enfatizó la delegada de Medio Ambiente, quien agradeció la colaboración prestada por el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y de la Fiscalía especializada en Medio Ambiente. "Cazadores y ganaderos han creído erróneamente que había que recurrir a las alimañas, pero no se acaba con los zorros y sí con especies protegidas como el alimoche, águila real o el buitre negro, además del alto riesgo para los seres humanos si entran en contacto con estos cebos", alertó ayer Ramírez.

Grupos ecologistas y conservacionistas, como es el caso de WWF/Adena, consideran que numerosas especies carroñeras, al igual que el quebrantahuesos, están abocadas a la extinción en Andalucía si no se logra frenar la mortalidad causada por envenenamientos en cotos de caza y explotaciones ganaderas. Y ponen como ejemplo al alimoche, cuya población ha disminuido un 50% en la comunidad andaluza en los últimos 15 años, no llegando en la actualidad a las 45 parejas reproductoras.