Los peligros de la conducción

Ya no hace falta ser James Bond para vivir la vida al límite y correr peligro de muerte, basta con salir a la carretera. Intermitentes que no se usan desde el concesionario, coches que entran en rotondas sin apenas mirar, autobuses y camiones que se creen los reyes de la calzada por una simple cuestión de tamaño y aquellos conductores siempre preparados para pitarte a la más mínima vacilación (con más énfasis si ven una L en tu cristal trasero) son algunos de los peligros con que tenemos que lidiar todos los días los que conducimos.

No sé si el carné por puntos va a servir para reducir la siniestralidad o para que la gente sea más prudente al volante pero está claro que tienen que tomarse medidas urgentes. Lo mejor sería empezar la educación vial en las escuelas e institutos como una asignatura más.