Más alto, más fuerte, ¿más 'doping'?
Hasta que la Guardia Civil ha quitado la venda social sobre el tema tabú del doping, en este país se miraba para otra parte cuando deportistas con su estrella en declive acusaban a los cuerpos técnicos de sus equipos de haberles dopado. Eran ángeles caídos, se les miraba como resentidos hacia el sistema que una vez les dio la gloria. Pero no, parece que no todo era oro en el mundo del deporte-espectáculo: marcas increíbles requieren algo más que vitaminas.
El ex plusmarquista de 100 metros lisos Ben Johnson tuvo los ojos amarillos durante meses antes de que le detectasen anabolizantes; deportistas de renombre que mueren desplomados en los campos deportivos (Foé y otros), atletas retirados que mueren repentinamente (Florence Griffith y otros). Sangre en bolsas, EPO china, dopaje genético (el futuro dopaje)... algo viene oliendo a podrido en el deporte desde que el mercantilismo obliga al deportista a rendir más que lo que un humano puede rendir.
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