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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Legislar en materia de precios agrarios

Las OPA vuelven a denunciar los elevados beneficios de la distribución en productos ganaderos en las diferentes partes de la cadena de distribución comercial a costa del esfuerzo de los productores. Señalan que esta práctica no es exclusiva en las producciones de frutas y hortalizas que vienen denunciándose durante los últimos años, sino que afectan también a los productos ganaderos.

En este sentido, el caso más significativo se encuentra en la carne de cerdo, al percibir el ganadero 1,15 euros/kilo, y el consumidor paga por cada kilo 6,02 euros. Esto supone que mientras el consumidor está soportando un margen comercial del 424%, el ganadero únicamente participa con el 19% de lo que paga el consumidor.

En otras producciones ganaderas, según las mismas organizaciones, como la carne de pollo, el consumidor paga por un kilo 1,60 euros, mientras que el ganadero percibe 0,78 euros/kilo, lo que significa un margen del 105%.

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En el caso del cordero, el ganadero percibe entre 2 y 2,20 euros/kilo y los consumidores lo encuentran en los mercados a 7,67 euros/kilo (un 265% de margen comercial). En lo relativo a la carne de ternera, el ganadero está percibiendo unos 3,54 euros/kilo en canal, mientras el comprador lo adquiere a 13,83 euros/kilo (el 291% de margen comercial).

Se ha prometido la creación de Observatorios de Precios y hasta la fecha todavía no se conoce su situación. La realidad de los márgenes comerciales en las producciones ganaderas pone de manifiesto que el poder negociador de la gran distribución no se centra exclusivamente en las producciones de frutas y hortalizas. Este poder se extiende a todas las producciones agrarias y, supuestamente, al resto de proveedores de cualquier producto que venden en sus lineales.

Por tanto, es hora de que las administraciones olviden las buenas palabras y se pongan a trabajar, es decir, a legislar en materia de precios agrarios, para defender los intereses tanto de los agricultores y ganaderos como de los consumidores.

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