La marcha de Cospedal obliga a reformar el Gobierno regional

La consejera de Transportes e Infraestructuras, María Dolores de Cospedal, no regresará al cargo tras la baja por maternidad que está disfrutando, pues ha sido elegida por la dirección nacional de su partido para presentarse como cabeza de lista del PP a la Junta de Castilla-La Mancha en las elecciones autonómicas de 2007. Este paso obliga a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, a una nueva reforma del Gobierno regional en los próximos días.

Fuentes próximas a De Cospedal afirman que ésta se marcha a Castilla-La Mancha poco convencida, pues su nombramiento ha salido a la luz antes de que pudiera reflexionar durante el fin de semana, el plazo que había convenido con la dirección del PP. Pese a que su intención era aceptar en todo caso, el anuncio ha roto el calendario que tenía previsto para asumir y hacer pública su decisión.

Las circunstancias vitales de De Cospedal estaban muy lejos de un paso político de esta envergadura, que le obliga a trasladar su domicilio a Toledo, capital de Castilla-La Mancha, y a iniciar una larga campaña electoral para darse a conocer en esa extensa región.

La consejera dio a luz a su primogénito hace apenas dos semanas, después de haber comprado un piso en la capital y haberlo reformado para adaptarlo a su nueva familia. Además, se enfrentaba a un año final de legislatura con una actividad más tranquila que la mantenida hasta ahora, pues tenía por delante un gran número de inauguraciones de infraestructuras, que le hubieran permitido compatibilizar el cargo con su reciente maternidad.

Decidida su marcha, que será oficial el próximo lunes y de la que la presidenta regional, Esperanza Aguirre, tuvo conocimiento el pasado jueves, comenzaron ayer a circular las quinielas sobre quién ocupará el puesto que abandona De Cospedal y si esta obligada remodelación del Ejecutivo regional conllevará otros movimientos internos.

Sin embargo, la sustitución de la consejera no es apremiante porque, desde que comenzó su baja maternal, ocupa su cargo en funciones el viceconsejero, Luis Armada.

Según fuentes del Ejecutivo regional, hay muchas probabilidades de que las competencias de la Consejería de Transportes e Infraestructuras sean asumidas por algún otro miembro del Gobierno de Esperanza Aguirre. El amplio calendario de inauguraciones, especialmente de obras del metro, que iniciará en breve esta consejería darán un perfil muy mediático al candidato que finalmente sea elegido.

Otras fuentes apuntan a que, probablemente, Esperanza Aguirre quiera sustituir a De Cospedal por otra mujer, para mantener la cuota femenina del Gobierno regional y promocionar a alguna integrante del partido. En esta decisión, la presidenta podría optar por algún ex alto cargo del Ejecutivo de José María Aznar, como ya hizo con el último nombramiento, la hoy consejera de Inmigración, Lucía Figar.

De hecho, la propia De Cospedal procede también de las filas de los gobiernos del PP, donde ocupó diferentes cargos. El último fue el de subsecretaria del Ministerio de Interior, con Ángel Acebes como titular de esa cartera, hasta abril de 2004, cuando el PP abandonó el Gobierno central tras las elecciones generales.

De Cospedal lleva apenas 17 meses en el equipo de Aguirre, donde ingresó para sustituir al hoy consejero de Presidencia, Francisco Granados, después de que éste fuera nombrado secretario regional del PP. Precisamente fue la tesis del secretario general del PP, Ángel Acebes, de que la dirección del partido en la región requería "dedicación exclusiva" la que llevó a Aguirre a crear una consejería descafeinada a Granados, para que éste pudiera dedicarse en cuerpo y alma a la formación política.

De Cospedal fue considerada entonces un fichaje del vicepresidente primero, Ignacio González.