Los socialistas piden a la Sindicatura de Comptes que investigue los puntos más oscuros de Ciegsa

El Grupo Parlamentario Socialista, "ante la imposibilidad de obtener información clara y transparente" de la Generalitat sobre la gestión de Ciegsa, encargada de la ejecución del mapa escolar, ha presentado a la Sindicatura de Comptes un informe donde detallan las posibles irregularidades detectadas en la sociedad pública para que las investigue y aclare. Según las parlamentarias Isabel Escudero y Ana Noguera, la entidad acumula unos sobrecostes cinco veces superiores a los de Terra Mítica. Los populares negaron que existan sobrecostes y hablan de "sobreinversión".

El sobrecoste medio ha pasado de 1,5 a 3 millones de euros por centro, según Noguera

El Grupo Socialista en las Cortes Valencianas ha recurrido a la Sindicatura de Comptes para que la institución exija al Consell la documentación que justifica los sobrecostes en la construcción del mapa escolar, después de haber presentado, sin éxito, medio centenar de iniciativas parlamentarias en esta dirección. "Siempre nos hemos encontrado con la negativa de Ciegsa y de los dirigentes del PP a dar las explicaciones oportunas", denunció la vicesecretaria del PSPV, Isabel Escudero.

La portavoz socialista de Educación, Ana Noguera, resumió en pocas palabras el objeto de su denuncia. "Existe una mala gestión en los procedimientos, con formas poco democráticas, hay irregularidades en los concursos de contratos, los sobrecostes son excesivos e injustificados y faltan informes técnicos que avalen determinadas decisiones".

Los socialistas se han apoyado además, ante de registrar su informe ante el órgano fiscalizador, en recientes informes de la propia Sindicatura, cuyo contenido "coincide", según Noguera, "con denuncias y críticas que nosotros hemos realizado ante el extraño e injustificado procedimiento empleado por Ciegsa".

La Sindicatura, según recapitula el PSPV en su informe, ha censurado a la Generalitat que no haya cumplido la ley de Contratos, que no compute como propio el endeudamiento de la sociedad, que adjudique las obras de nuevos colegios a un precio superior al licitado, o que contrate obras sin elaborar antes un pliego de condiciones, entre otros aspectos. Los sobrecostes provocados por estas prácticas elevan el presupuesto inicial del mapa escolar de los 1.065 millones de euros previstos en otros 500, a pesar de que faltan 67 centros. "Cinco veces el sobrecoste de Terra Mítica", subrayó Noguera.

Según la portavoz de Educación, hasta "la depuración política de Ciegsa [son ya varios los altos cargos de la sociedad cesados], la media de sobrecoste por colegio era de 1,5 millones de euros, pero desde que Camps controla la sociedad pública, el sobreprecio ha crecido hasta los 3 millones de euros por centro" antes de haberse iniciado las obras. "Camps tiene un problema serio y es explicar el motivo de que cada obra que hace nazca ya con un sobrecoste", añadió la diputada, quien denunció que Ciegsa es en estos momentos una sociedad "bunquerizada", donde resulta más difícil que nunca obtener cualquier tipo de información.

"Por lo tanto", insistió ayer Noguera, "Camps sólo tiene que enseñar esos registros. Y este es el motivo de que presentemos nuestro informe a la Sindicatura, porque como el PP no quiere enseñarnos esta documentación, al menos que se la muestre al Síndic". Los socialistas "no prejuzgamos que los sobrecostes no estén en las obras, pero sí exigimos que acrediten si están en las obras", concluyó Escudero.

Los populares replicaron a la oposición. La portavoz de Educación del Grupo Popular, Carmen Nácher, acusó a los socialistas de usar "de forma partidista" las instituciones del Estado y de las autonomías e insistió en que "las cuentas de Ciegsa son transparentes y están totalmente controladas por la Sindicatura de Comptes".

Nácher recomendó a los socialistas que lean el informe de este organismo para evitar hacer el ridículo, puesto que el Síndic "nunca ha encontrado graves irregularidades y cuando nos ha hecho alguna indicación siempre hemos seguido sus recomendaciones". Según Nácher, lo que los socialistas denominan sobrecostes es en realidad "sobreinversión".