"Sangre de desecho y productos caducados"

Antes de las once de la mañana de hoy, cuando se cumplan las 72 horas de su detención, pasarán a disposición del Juzgado de Guardia de Madrid Eufemiano Fuentes, José Luis Merino Batres, Ignacio Labarta y Alberto León, las cuatro personas acusadas de formar una trama de dopaje que permanecían anoche detenidas en los calabozos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, en Madrid. El juez, tras interrogarlos, decidirá su futuro, que probablemente será el de libertad con cargos. El quinto de los detenidos, Manolo Saiz, fue puesto en libertad el miércoles, pero deberá acudir a declarar cuando le reclame el juez. Posteriormente, la instrucción del sumario corresponderá al Juzgado número 31.

Mientras tanto, en sus interrogatorios, tanto Eufemiano Fuentes, ginecólogo canario que ha trabajado los últimos 20 años con deportistas profesionales, como José Luis Merino Batres, hemátologo madrileño propietario de un próspero laboratorio de análisis, negaron que las cerca de 200 unidades de sangre halladas en varios arcones en diferentes pisos de Madrid y los productos dopantes que las acompañaban tuvieran algo que ver con las presuntas prácticas prohibidas de que se les acusa. "Es sangre para análisis privados", dijo Fuentes; "sangre sucia, de desecho, y la mayoría de los medicamentos, la hormona del crecimiento y demás, están caducados y no valen para nada". El médico canario, sin embargo, calló cuando se le confrontó con fotografías de conocidos deportistas entrando y saliendo de sus apartamentos y con las grabaciones de conversaciones telefónicas intervenidas en que se hablaba de sus manejos.

En los cuatro meses de investigación que condujeron a la detención del quinteto, el pasado martes, los miembros de la UCO observaron en los detenidos comportamientos típicos de personas pertenecientes a grupos delictivos organizados, tales como extrema vigilancia en sus movimientos en coche, constante cambio de números de teléfono móvil y uso de apodos y nombres en clave. Por ejemplo, el ciclista italiano Scarponi, del Liberty, aparecía citado en las conversaciones intervenidas como Zapatero. Estos datos reforzaron la convicción de los investigadores sobre la importancia de la trama. Para ayudarse en la comprensión de las escuchas y de la generalización del asunto, colgaron en su oficina una clasificación general del actual Giro en la que marcaban con puntos los nombres de los corredores que reconocían en las conversaciones intervenidas. Terminaron con un mapa bastante florido.