Amnistía para las navajas

La policía británica abrió ayer un periodo de cinco semanas de amnistía a quienes lleven armas blancas, siempre y cuando las estén trasladando a un lugar seguro: los cubos rojos de plástico especialmente ideados para que sean allí depositadas por sus portadores. La campaña, similar a la realizada hace algo más de 10 años y que permitió recolectar 40.000 unidades, está dirigida especialmente a los jóvenes y en particular a los escolares.

Quienes decidan acogerse a esa amnistía deberán envolver las armas de manera cuidadosa durante su transporte, señal de que no la acarrean con fines malévolos, pero también medida de precaución para evitar accidentes a la hora de su introducción en el cubículo. Las papeleras estarán a disposición de sus potenciales usuarios hasta el 30 de junio en los espacios públicos de las comisarías de todo el país, así como en determinados lugares estratégicos como ciertos supermercados, escuelas, iglesias y centros juveniles.

El 41% de los robos con arma blanca en el Reino Unido son cometidos por jóvenes entre 15 y 18 años

La policía espera recolectar en esta ocasión unas 30.000 unidades. "Las navajas son muy peligrosas y es ilegal llevarlas encima, incluso si es para la propia protección", ha explicado Ian Johnston, portavoz de la asociación de mandos policiales y comisario jefe de la Policía Británica del Transporte. "Nuestro mensaje es muy sencillo: no lleves encima navajas para tu protección porque es ilegal y peligroso". En la misma línea se expresó el viceministro de Interior, Vernon Coaker: "Hay demasiada gente que lleva encima navajas porque cree que así está más segura, pero la realidad es exactamente la contraria porque corren el riesgo real de que la navaja se vuelva contra ellos".

Es lo que le ocurrió hace unos días a una policía de 29 años, Nisha Patel-Nasri, que salió en camisón a la puerta de su casa londinense alertada por ruidos extraños y murió apuñalada por un ladrón que le arrebató el cuchillo de cocina con el que ella misma se había armado para afrontar al asaltante.

Pero no es el ejemplo de Patel-Nasri el que está detrás de esta campaña, sino casos como el de Kiyan Prince, un chaval de 15 años que hace dos semanas intentó mediar en una pelea a las puertas de su colegio y murió de dos cuchilladas en el brazo y el estómago. Se cree que su asesino es otro estudiante de 16 años, expulsado la semana antes de la London Academy en Edgware, al noroeste de Londres. El caso de Kiyan ha conmocionado al país porque se trata de un chaval que tenía un espléndido futuro: nada pendenciero y excepcional deportista, jugaba en los equipos inferiores del Queens Park Rangers.

Casos así son más que frecuentes en el Reino Unido. La campaña de hace años tuvo su origen en la muerte de Philip Lawrence, un joven maestro que en 1995 murió acuchillado a las puertas de su escuela en el oeste de Londres. Las lagunas en la investigación provocaron una ola de denuncias contra el racismo imperante en la policía británica. La actual campaña empezó a fraguarse tras la muerte de Thomas ap Rhys Pryce, un abogado de la City de Londres que murió acuchillado en el norte de Londres cuando volvía a casa tras una salida nocturna.

De los 820 homicidios cometidos en Inglaterra y Gales en el periodo 2004-2005, casi un tercio se cometieron con arma blanca, según las estadísticas del Ministerio del Interior. Según el Consejo Judicial Juvenil, una encuesta realizada en 2004 puso de relieve que el 51% de los escolares han portado alguna vez una navaja y un 38% han llevado armas blancas a la escuela. El 41% de los robos con arma blanca son cometidos por jóvenes de entre 15 y 18 años y casi una quinta parte de los jóvenes de esa edad han sido atacados con arma blanca.