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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Freud y Picasso

Mañana, día 26, se inaugurará el museo de la casa natal de Freud, 150 años después de su nacimiento. Su casa sigue en el mismo sitio, pero lo que antes era Austria, hoy es República Checa. Pribor (Freiberg), ciudad de menos de 10.000 habitantes, espera aprovechar el tirón de esta figura mítica para crecer económicamente con la venida de turistas. Aspira a lo que Málaga ha hecho con Picasso. La diferencia, como el propio alcalde, Milan Strakos, me dijo al respecto, es que "Picasso pintaba y Freud pensaba". ¿Quién tiene tiempo para leer su obra? ¿Y quién para comprenderla? Más allá del debate que se viene realizando sobre la validez clínica o no del pensamiento de Freud, lo que nos enseñan las palabras del alcalde checo es el drama de las sociedades modernas, donde lo que no se puede explicar en 20 segundos no sirve de nada y donde el sufrimiento se pretende aliviar, en gran medida, a través de píldoras instantáneas. Freud y Picasso, secuestrados por la vorágine de la prisa moderna, han sido llevados a la trampa de los 20 segundos, y aunque los dos trabajaban con el inconsciente, hay una diferencia fundamental entre ellos: el malagueño proyectaba el suyo propio en el lienzo; el austriaco le dio nombre y un marco teórico complejo. Freud vende, pero en los tiempos de la "imagen", Picasso arrasa. Desafortunadamente, y sin quitarle valor al arte de la pintura, es muy duro ponerse a leer. Se tarda mucho.

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Quién da más por 12 'picassos'

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