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Entrevista:GORKA KNÖRR | Cantautor

"Nunca he dejado la reivindicación y éste es buen momento para estar en la brecha"

La vida de Gorka Knörr (Tarragona, 1950) ha cambiado mucho desde la edición en 2000 de su anterior disco, Gogoaren taupadak. Entonces era eurodiputado y secretario general de EA. Luego fue parlamentario vasco y miembro de la Mesa de la Cámara. Ahora publica su octava entrega, Arimaren zubiak. Ponts de L'anima (Discos A Medida), ha abandonado la militancia política tras ser relegado por la dirección de su partido, estudia Empresariales en Vitoria y planea instalarse definitivamente en Barcelona este verano. Nunca ha ocultado sus raíces catalanas y, entre adaptaciones de Serrat, Leonard Cohen o Raimon, canta por primera vez siete temas en catalán y un poema en castellano del representante del Frente Polisario en el Parlamento Europeo.

"Aparte de más poesía y 'feeling' personal, a mis ex compañeros de partido les pediría coherencia"

Pregunta. Cantar en catalán era un viejo anhelo suyo.

Respuesta. Desde hace años tenía esa aspiración y en algunas actuaciones ya metíamos algún tema. Es un homenaje a mi madre, una mujer fuerte y maravillosa de Gandesa, porque estar con ella nos ha enseñado a querer a Cataluña, a su lengua y a todo lo que a través de su lengua hemos podido aprender y aprehender.

P. ¿Ha sido sencillo compaginar nacionalismo vasco y orgullo por sus raíces catalanas?

R. Para mí no tiene ningún problema. Soy independentista catalán igualmente. Aquí y allá me siento muy identificado con determinadas formas de entender la política, la vida, la cultura y muchas otras cosas.

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P. Presenta Arimaren zubiak como compendio de poesía, música popular y reivindicación.

R. En los últimos trabajos he intentado ser más escrupuloso con la poesía, pero nunca he abandonado la reivindicación y éste es un buen momento para estar en la brecha. Estas visiones que vuelven del nacionalismo excluyente requieren también que los que pensamos diferente tratemos de defender nuestras ideas. Siempre desde los principios democráticos y, en este caso, con un poco de poesía y de música.

P. A sus ex compañeros de partido les recomienda "algo más de poesía".

R. Sí. Es una historia triste, no de desencuentro, sino de una absoluta falta de voluntad de diálogo. Y cuando una organización hace justo lo contrario de lo que predica, no merece la pena que esté ni un segundo más. Aparte de más poesía y feeling personal, pediría coherencia.

P. ¿Grabar sigue siendo una tortura?

R. Sí. Cada vez que cantas tienes que estar en el mejor nivel y la constricción de un estudio y un micro impone.

P. No está en la música por dinero.

R. Hace mucho que es así. Además, las discográficas están en plena crisis, la gente baja la música como uno va a la fuente y bebe agua, y eso plantea problemas, sobre todo a las formas minoritarias de entender la música y, cómo no, a las músicas expresadas en lenguas como la nuestra.

P. ¿Por qué muchos le ubican en Barcelona?

R. Determinados portales de Internet se empeñaron en que yo diseñaba la campaña de Carod y estas bolas no hay quien las pare. Me paso el día desmintiendo que ideé campaña política alguna.

P. ¿Cómo lleva estar retirado de la política?

R. Bien. La generación que teníamos 18 años en mayo del 68 es difícil que desechemos la política a bote pronto. Tenemos una forma existencial de entenderla, pero la actividad militante es un capítulo absolutamente acabado.

P. ¿Qué hay que negociar con ETA?

R. Ya lo dijo Batasuna en Anoeta: las armas, los presos y las cuestiones militares.

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