Joven, con un contrato temporal y empleado en la construcción

Todos los días mueren tres trabajadores en España, uno de ellos en la construcción. Jóvenes entre 20 y 30 años, con contratos basura y empleados en pequeñas empresas son las víctimas más habituales. Temporalidad y subcontratación en cadena -en el tajo, la cadena puede llegar a 15 empresas- suelen estar detrás de los accidentes laborales, que se tradujeron en 990 fallecidos en el desempeño de su labor durante el año pasado.

Se trata de 35 más que hace un año e interrumpe la tendencia de descensos iniciada en 2003, según los datos del Ministerio de Trabajo. En la construcción, la siniestralidad laboral se cobró 315 vidas en 2005, la cifra más alta de los últimos 14 años, según Comisiones Obreras, y un 45% más que en 2004.

La estrecha relación entre la subcontratación y la siniestralidad laboral en la construcción ha llevado a intentar poner un cierto orden. El Congreso aprobó el 9 de mayo, con el voto favorable de todos los grupos, salvo CiU y PNV, una proposición de ley que regula la actividad de las subcontratas en la construcción.

El texto limita a tres eslabones el máximo de subcontratas en la construcción. Además, obliga a las subcontratas a contar con un porcentaje de plantilla fija. En los primeros 18 meses de aplicación de la ley los fijos deberán suponer un 10%; entre el 19º y el 36º mes, un 20% y a partir del tercer año, las subcontratas dispondrán de un 30% de plantilla. Se trata de la primera norma que regula las contratas y subcontratas.

Jubilación anticipada

Pero no siempre son jóvenes con escasa experiencia y contratos precarios las víctimas de la siniestralidad laboral, sino también personas más mayores que tienen dificultades para trabajar en la obra, porque requiere cierta capacidad física. Por eso, otra de las reclamaciones de los sindicatos es que se adelante la edad de jubilación en este sector.

La construcción aporta el 17% de la riqueza del país y el 12,5% del empleo. Sin embargo, la incidencia de la siniestralidad laboral es muy superior al peso económico de este sector, pues concentra el 26,7% de los accidentes. La pujanza de esa actividad en los últimos años ha multiplicado el número de empresas y cada vez es más larga la cadena de sociedades que participan en un mismo proyecto.