Un centenar de joyas con historia
Un recorrido por la exposición dedicada al pensador árabe Ibn Jaldún en el Real Alcázar
El Real Alcázar de Sevilla acoge la exposición Ibn Jaldún. El Mediterráneo en el siglo XIV: Auge y declive de los imperios. La exposición, que estará abierta hasta el 30 de septiembre, recorre un siglo marcado por los intercambios entre Oriente y Occidente. La muestra presenta al pensador árabe Ibn Jaldún (1332-1406), en el cuarto centenario de su muerte, como personaje central. De origen yemení y ascendencia andalusí, Ibn Jaldún residió en la corte nazarí de Muhammad V durante su estancia en Andalucía. Ibn Jaldún fue embajador de la corte nazarí ante el rey castellano Pedro I el Cruel.
El Real Alcázar fue el lugar donde se produjo el encuentro entre Pedro I e Ibn Jaldún. Por ello, la exposición no puede ser valorada sin tener en cuenta el marco donde se celebra. "El sultán de Granada me envió en misión ante Pedro, hijo de Alfonso, y rey de Castilla. Yo llevaba el encargo de hacerle ratificar el tratado de paz que ese príncipe había concertado con otro príncipe de la España musulmana y a ese efecto yo debía ofrecerle un presente compuesto de magníficas telas de seda y caballos de raza pura, cuyas sillas y bridas estaban ricamente bordadas de oro", escribió el propio Ibn Jaldún.
Y es que en las relaciones entre cristianos y musulmanes el intercambio de regalos era algo fundamental. Las telas de seda y las sillas de montar bordadas en oro de las que hablaba Ibn Jaldún se han proyectado en el tiempo en el centenar de valiosas piezas que reúne la exposición.
Se trata de auténticas joyas. Destaca el casco con el nombre del sultán Ibn Qalawun (Museo Real de Arte e Historia, Bruselas). Es el único casco que llevaba el nombre de este sultán mameluco. El casco, que tiene incrustaciones de oro, data del periodo comprendido entre los años 1293 y 1341 y procede de Egipto o Siria. Los mamelucos fueron una serie de sultanes, esclavos militares libertos, que reinaron en Egipto y Siria.
El estandarte personal del sexto sultán meriní Abu l-Hasan'Ali (1331-1351) es otro de los elementos que dan lustre a la exposición. Tiene una altura de casi cuatro metros y una anchura de más de dos metros y medio. El estandarte, que pertenece al Cabildo Primado de la Catedral Primada de Toledo, fue tomado como botín por los castellanos en la batalla del Salado en 1340. Estas dos
piezas son jalones de un recorrido que está lleno de agradables sorpresas para los visitantes.
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