_
_
_
_
Reportaje:

De las mulas al taxímetro

El Ayuntamiento rinde homenaje a dos conductores veteranos en el primer Día del Taxi, un medio con más de cuatro siglos de historia

Un mes de trabajo público y 50 ducados; los reincidentes, seis años de presidio en África. Ésa era la pena por exceso de velocidad que regía en Madrid a mediados del siglo XIX. Y pasarse de velocidad era francamente fácil (eso sí, con los motores actuales), porque alboreando el siglo XX el máximo era de 20 kilómetros por hora en lugares llanos y de cinco kilómetros por hora en el centro. Claro que eso ya superaba con creces lo vivido en 1569, cuando "los alcaldes de Casa y Corte" regularon el negocio de las "mulas de alquiler, primer medio de transporte urbano".

Éstas y otras curiosidades del tráfico madrileño figuran en la exposición que, con motivo del primer Día del Taxi, se instaló ayer y se cierra hoy en la plaza de la Villa: una muestra que repasa, a través de 10 vehículos de muy distinto tipo -carruajes, coches de caballos y sillas de mano, pero también los típicos taxis negros con franja roja de los años sesenta y los más modernos eurotaxis-, la historia de este medio de transporte público desde la época de Felipe II hasta nuestros días.

Los cerca de 20.000 taxistas de la capital celebraron su día invitando a carreras gratis a los clientes -un centenar de coches circuló con el taxímetro apagado- y rindiendo homenaje a dos de sus más veteranos: Virgilio Ortiz -42 años al volante- y Aladino López, poseedor desde hace cuatro décadas de la licencia número 1. Fueron los protagonistas en un acto solemne en la Casa de la Villa, y recibieron de manos del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, sendas placas por el trabajo prestado.

A primera hora de la mañana, Ruiz-Gallardón había comenzado el día saludando a través de las emisoras de radio de los taxis a todos los profesionales del gremio y a los máximos representantes de la Asociación Gremial del Taxi, Eladio Núñez; la Federación Profesional del Taxi, Julio Sanz; Radio Taxi, Julio Hernández; y la Sociedad Cooperativa Madrileña Independiente, Julio Pérez. El alcalde les contó que se había emocionado al llegar a su despacho y ver, en la exposición ya instalada en la plaza de la Villa, "aquellos antiguos taxis" que él utilizaba de niño. Después les animó a seguir "dignificando la profesión" y, cómo no, les dio las gracias por la "paciencia" con la que soportan las obras que su gobierno acomete en la ciudad.

Según el Ayuntamiento, unos 16.000 taxis recorren las calles de la capital, transportan 500.000 viajeros diarios, dan trabajo a 20.000 taxistas y facturan 665 millones de euros anuales.

Conducir sin semáforos

Aladino López compró la emblemática licencia número 1 de taxi hace 41 años, por un precio que es "secreto de sumario". Ahora la ostenta su hijo, porque él ya está jubilado. Ayer fue conciso en su discurso, tras recibir del alcalde una placa conmemorativa: agradeció el reconocimiento y pidió para los taxis "la misma atención" y equivalentes recursos a los que reciben otros medios públicos de transporte, como el metro o el autobús.

Después, ya en la calle, sonrió cuando alguien le hizo ver su suerte por haberse jubilado antes de iniciarse la obra de la M-30. "Je, me lo cuenta mi hijo, sí...", murmuró divertido.

Virgilio Ortiz, de 76 años y también ya divorciado del volante, comenzó a trabajar cuando en Madrid "no había semáforos" y los frenos de los coches eran todo menos seguros. "Nos acercábamos al bordillo para ir frenando con el roce...". Varias veces rompió en sollozos mientras hablaba de lo bonita que puede ser su profesión y de la emoción que sintió cuando se crearon los taxis para discapacitados y o el servicio de autotaxi. Y terminó dedicando su placa "a quien más se la merece" por todas las noches que lo esperó preocupada durante 42 años: su esposa.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_