Aguirre ha talado 3.250 árboles para ampliar el metro

La presidenta regional, Esperanza Aguirre, se ha solidarizado con la causa de Carmen Cervera y el Museo Thyssen para librar de la tala a 690 árboles de los paseos del Prado, Recoletos y calles del entorno. Asegura que, mientras ella gobierne, esa tala no se producirá, y lamenta no haber hecho nada para evitar los daños a otros 20.000 árboles afectados por las obras de la M-30. Sin embargo, la ampliación del metro que realiza el Gobierno de Aguirre ha supuesto, sólo en la capital, la tala de 3.250 árboles y el trasplante de otros 1.470 en tres años, según documentos a los que ha tenido acceso EL PAÍS. "El nivel de hipocresía de la presidenta es de récord Guinness. Es tan arboricida como [el alcalde] Ruiz-Gallardón", afirma el socialista Rafael Simancas.

Más de 1.200 ejemplares fueron apeados sin la autorización municipal

Los últimos afectados por los trabajos de ampliación de la red de metro son 16 ejemplares (10 olmos, cuatro tuyas, un pino y un olivo) que la empresa que ejecuta las obras de la línea 3 deberá talar o trasplantar en el tramo entre Legazpi y San Cristóbal de los Ángeles, según figura en un informe firmado por el jefe de obra. Son árboles de porte considerable, con troncos de entre 78 y 150 centímetros de perímetro y entre 10 y 80 años.

Pero hay muchos más: hasta la fecha, esas mismas obras de la línea 3 se han llevado por delante 785 árboles (más de medio millar talados y el resto trasplantados); la extensión del metro a la Alameda de Osuna ha afectado a 391 ejemplares (310 de ellos, talados); en Carabanchel han sido talados o trasplantados 755 árboles, y en dos tramos distintos de Metronorte, 546 (véase gráfico), según figura en las peticiones de tala y trasplante realizadas por las empresas ante el Ayuntamiento. Más de 1.200 de los 3.250 ejemplares apeados lo fueron sin contar con la preceptiva autorización del Consistorio, según fuentes municipales.

En esa relación de zonas verdes afectadas no se incluye el bosque que circunda el tramo Quijorna-Navas del Rey de la carretera de los pantanos (M-501), tramo que el Gobierno regional quiere convertir en autovía. Eso implica duplicar el ancho de la carretera, lo que previsiblemente obligará a retirar decenas de árboles de distintas especies. El pasado noviembre ya fueron talados 500 pinos, encinas y enebros "centenarios", según las asociaciones ecologistas, en el municipio de Pelayos de la Presa, donde la Consejería de Transportes ha construido una variante de la M-501 para rodear el pueblo.

Aquella tala provocó la intervención del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, que elaboró un informe y lo elevó a la Fiscalía de Medio Ambiente por si estimaba pertinente actuar. La Comunidad alegó que las obras contaban con la preceptiva declaración de impacto ambiental y que, para compensar, sólo en esa zona iban a ser plantados 25.000 árboles.

"Esperanza Aguirre es una hipócrita. Está montando numeritos con la baronesa Thyssen en el paseo del Prado, bloquea el traslado del aeródromo de Cuatro Vientos proponiendo crear un bosque en un solar y, mientras, se está llevando por delante miles de árboles sin ningún miramiento", protesta Rafael Simancas, portavoz del PSOE en la Asamblea regional. Y añade: "Los ciudadanos deben saber que la presidenta es tan arboricida como el alcalde. El tándem Gallardón-Aguirre es responsable de la mayor agresión ambiental que ha sufrido Madrid".

El proyecto de reforma del eje Recoletos-Prado -cuya primera redacción contemplaba la tala o trasplante de 690 árboles, cifra que finalmente se reducirá a 110, según el Ayuntamiento- fue duramente censurado por la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad en un informe el pasado abril. Además, la presidenta Esperanza Aguirre se unió rápidamente a la batalla emprendida por Carmen Cervera. La viuda del barón Thyssen se opone al proyecto porque considera que perjudicará al museo que alberga la colección de su difunto -frente a su puerta será desviado todo el tráfico entre las plazas de Cibeles y Neptuno- y por los efectos que tendrá sobre la arboleda del paseo del Prado.

"Serán talados árboles centenarios", denunció la viuda del barón. Y llegó a amenazar con encadenarse a uno del paseo si el Ayuntamiento no rectificaba. Aguirre la apoyó. "Esa arboleda va a seguir donde está. Mientras yo sea presidenta, se van a mantener los plátanos del Prado y de Recoletos, y todas esas arboledas que han tardado más de 100 años en verse como están hoy, para que puedan seguir disfrutando de ellas las generaciones futuras, porque tienen un valor extraordinario", afirmó Aguirre el pasado día 1.

Tres días antes, la presidenta había comentado en tono de broma que estaba dispuesta a acompañar a Carmen Cervera si ésta se encadenaba a algún árbol. Y el día 2, Día de la Comunidad de Madrid, añadió que, de haber sabido con tiempo el alcance de la tala de árboles por las obras en la M-30, también se habría encadenado a uno de esos 20.000 árboles malogrados.