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Reportaje:Fórmula 1 | Gran Premio de España

"Ha sido mejor que ganar el título"

Alonso afirma que realizó su mejor carrera en la F-1, pero que con Ferrari estarán siempre en el filo de la navaja

Ahí había ilusión. Desde el mismo momento en que Fernando Alonso atravesó la línea de llegada como ganador del Gran Premio de España de F-1, comenzó a desatarse toda la emoción que había estado conteniendo durante el largo fin de semana de Montmeló. Con los dos brazos levantados, haciendo el signo de los pajaritos con las puntas de los dedos, buscando constantemente la complicidad de los 131.200 espectadores que le vitoreaban, el piloto asturiano acabó tan integrado en el escenario que obtuvo como premio unas sensaciones que jamás había sentido dentro de un bólido.

"He vivido muchas otras emociones, pero ninguna puede igualar la de hoy", aseguró Alonso. "Notar el entusiasmo de la gente cuando veía que Michael Schumacher salía del box detrás de mí, verles levantarse y vibrar cuando yo estaba en el pit lane. Es algo irrepetible. Mejor incluso que lo que sentí en Brasil el año pasado cuando gané el título mundial. Allí todo fue muy agónico. Debía acabar tercero y tenía problemas en los neumáticos delanteros. Michael apretaba. Había mucha tensión. Aquí no había presión. Tenía que ganar y lo hice. La satisfacción fue muy superior".

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Cuando Alonso bajó del coche se abrazó a su jefe de equipo, Flavio Briatore, y después volvió a subirse al capó para realizar unos gestos parecidos a los de un gorila, que se negó a explicar. Y cuando subió al podio, el Rey, don Juan Carlos, le estaba esperando para felicitarle. "Antes de comenzar la carrera tenía muchas dudas. Por la mañana pensaba que tenía poco que hacer frente al potencial que habían demostrado los Ferrari. Sin embargo, en la carrera se demostró que las condiciones de pista, el cambio de temperaturas -se elevó en pista hasta los 42º- o cualquier circunstancia pueden tener una influencia decisiva. Nuestros neumáticos funcionaron muy bien y los suyos no tanto y pudimos ganarles por sorpresa".

El corazón del piloto español comenzó a latir fuerte cuando, antes de la segunda parada en boxes, descubrió que Schumacher no podía alcanzarle ni siquiera habiéndose librado del tapón que podía suponer Giancarlo Fisichella. "Delante no tenía a nadie y ni siquiera con pista libre conseguía igualar mis tiempos", reconoció Alonso. "Lo que más me sorprendió, sin embargo, fue comprobar que Fisichella no podía seguirme en las primeras vueltas de la carrera. Por el tiempo que habíamos hecho en la cronometrada, incluso podía superarme. Tal vez cogió un mal juego de neumáticos, porque mi coche iba perfecto y él no conseguía coger el ritmo de carrera".

Todo lo que hizo Alonso rozó la perfección, desde la salida hasta los repostajes, y de ahí hasta la conclusión pudo bajar incluso el ritmo porque ya nadie era capaz de seguirle. "¿Cree que fue su mejor carrera en la F-1?", le preguntaron a Alonso. Y su respuesta no dejó lugar a dudas. "Creo que sí. Tiré al máximo durante 55 vueltas, exprimiéndome a mí y al coche más incluso de lo que pensábamos que podíamos dar. Y todo salió bien gracias a Dios".

El horizonte parece despejarse porque Alonso colocó otros dos puntos entre él y Schumacher en el campeonato -ya son 15- y muchos más con Raikkonen -27-. Sin embargo, el asturiano sabe que la lucha persistirá hasta el final. "En las dos últimas carreras estábamos acabados

[victorias de Schumacher en Imola y en Nurburgring] y ahora volvemos a ser superiores a Ferrari. La lucha contra ellos será más la de Bridgestone contra Michelin. Y dependerá de muchas circunstancias. No podemos cometer errores porque estamos siempre en el filo de la navaja. Pero parece que McLaren y Honda están quedando un poco atrás en la lucha por el título".

"Para mí fue una decepción comprobar que no lograba seguir el ritmo de Alonso desde las primeras vueltas", reconoció Schumacher. "Pero sabíamos que en Barcelona las temperaturas podían cambiar las prestaciones de los neumáticos: hoy hemos salido perjudicados por ello y Renault ha salido favorecido. Sin embargo, queda mucho campeonato y lo pondremos todo en cada carrera para intentar ganar de nuevo".

Mientras Fernando Alonso se reunía de nuevo con su equipo y saltaba la valla protectora del circuito para poder lanzar gorras a los cientos de aficionados que aún le vitoreaban, en el paddock, otro campeón, aunque de rallies, Carlos Sainz pronunciaba una frase lapidaria: "La afición ha demostrado que si tiene un piloto que la motive es la mejor del mundo". No se admite discusión.

Alonso levanta los brazos con Michael Schumacher al fondo.
Alonso levanta los brazos con Michael Schumacher al fondo.REUTERS

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