La vanguardia llega a la zarzuela
Era el gran acontecimiento de las fiestas de San Isidro 2006. Una única representación de la zarzuela La Gran Vía, de Chueca y Valverde, en plena Plaza Mayor, abierta al público; el que llegó antes de las ocho de la noche, sentado; el resto, de pie. Unos y otros aguantaron.
Más cómodamente los que llegaron a la zona reservada cerca de las diez, hora prevista y respetada para inciar la función. Entre ellos Nuria Espert, José Luis García Sánchez, Paco Valladares, Antonio Garriges, Rafael Castejón, Amparo Pamplona y, cómo no, los allegados al área municipal como el alcalde Alberto Ruiz Gallardón, la concejal de Las Artes, Alicia Moreno, la edil socialista Rosa León, y el director del Instituto Nacional de las Arte Escénicas, José Antonio Campos.
El público, entregado; aunque minutos antes de empezar la representación hubo un intento de pitidos y reventón. Posiblemente por parte de los que protestan por los parquímetros, aunque nadie logró averiguarlo, ya que fueron acallados tajantemente por los asistentes, que habían decidido asistir a una función de zarzuela y no de reivindicación vecinal.
Y fue una función memorable, como fueron las muchas que se hicieron a finales del siglo XIX por toda Europa de esta zarzuela, con una dirección de Helena Pimenta intachable, imaginativa y divertida. Y cantantes, bailarines y actores, sabedores de que se la jugaban en una única función, dieron el resto. Entre ellos, Pasión Vega, Carmen París, Javier Gurruchaga, Rafael Amargo, Enrique Heredia, el Negri, Israel Elejalde y Raúl Paz.
Un único fallo. Las terrazas, ajenas al acontecimiento, seguían con la luz encendida sirviendo sucedáneo de gastronomía, mientras en el escenario se producía un auténtico producto de alta calidad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.