La consejera de Transportes garantiza la cohesión del Ejecutivo en torno a la 'Y'

La consejera de Transportes, Nuria López de Guereñu, garantizó ayer en el Parlamento la cohesión del Gobierno en torno al proyecto ferroviario de alta velocidad, conocido como Y. Esa garantía implica también a Ezker Batua (EB), socio minoritario del Ejecutivo, que ha reiterado su oposición a la iniciativa y que ayer volvió a recordar que quedan aún aspectos por concretar. EB pidió a la consejera que se respeten las bases del acuerdo de coalición que se refieren a la línea de alta velocidad, a lo que López de Guereñu respondió afirmativamente.

López de Guereñu compareció ante la Comisión de Transportes del Parlamento a petición propia para explicar los términos del histórico acuerdo firmado con el Ministerio de Fomento el pasado 25 de abril por el que las dos administraciones se reparten la construcción de la Y. El Ejecutivo vasco se encargará del corredor guipuzcoano, mientras que Fomento, a través del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) se ocupará del recorrido por Álava y Vizcaya. La consejera desgranó las características del convenio, destacando los esfuerzos que harán ambas administraciones para minimizar el impacto medioambiental de esta infraestructura, la más ambiciosa que aborda Euskadi en su historia.

La consejera también hizo hincapié en la fórmula elegida para la financiación. Transportes acometerá el recorrido guipuzcoano, que discurre entre Bergara e Irún, adelantando 1.642 millones de euros que luego se detraerán de los pagos cuatrimestrales del Cupo que el Gobierno vasco hace al Estado. "Se trata de un precedente para ensayar con otros proyectos", indicó. La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez coincidió ayer mismo con López de Guereñu al asegurar durante una comparecencia ante el pleno del Senado que el convenio para construir la Y sienta las bases de la cooperación entre ambas administraciones.

López de Guereñu no entró en concreciones, aunque precisó que la conexión más idónea con Navarra sería por Alsasua. Incluso en este aspecto, matizó que "todo está pendiente de estudio porque hay otras seis alternativas posibles" sobre las que tienen que pronunciarse los gobiernos vascos, navarro y central. Con relación a la fecha en que la línea podría estar operativa, insistió en que la prioridad es 2010 para lograr la aportación de los fondos de cohesión europeos, pero admitió que resulta muy complicado dado el retraso ya acumulado.

Consulta a la sociedad

Sobre la conexión con Francia, resaltó que aunque el Ejecutivo francés se retrase a la hora de implantar la alta velocidad en la frontera, la Y podría acceder a suelo francés dado que las vías francesas son de ancho internacional. El único inconveniente es que en lugar de avanzar a los 230 kilómetros en que como máximo podrá hacerlo en Euskadi deberá ir más lento.

PNV, PSE, EA y el PP respaldaron la firma del convenio, aunque los populares criticaron los años de retraso que lleva el proyecto por la inacción del Ejecutivo de Vitoria y su incapacidad para cerrar acuerdos con el Gobierno central, primero cuando lo dirigió el PP y después con el del PSOE.

Las críticas llegaron de la mano de Aralar, Ezker Batua, en un tono más comedido que en otras ocasiones, y de EHAK, que censuró con dureza el proyecto. Antton Karrera, de Ezker Batua, no entró a detallar el desacuerdo de su partido con la línea ferroviaria diseñada y se limitó a recordar que aún quedan aspectos por concretar que vienen recogidos en el acuerdo de coalición suscrito por el tripartito al comienzo de la legislatura. Karrera se aferró a esta circunstancia para no dar la batalla por perdida para su partido y esperar acontecimientos. El parlamentario de EB solicitó a la consejera que se respeten los términos del acuerdo de gobierno, a lo que Guereñu respondió de manera afirmativa. La duda estriba en la interpretación que cada uno de los dos partidos, PNV y EB, hacen de ese acuerdo.

Aralar y EHAK reclamaron una consulta popular para comprobar con quién está la mayoría social: con el Gobierno y su proyecto de la Y o por otra opción diferente. Julián Martínez, de EHAK, señaló que el modelo de tren elegido por el Ejecutivo no es el que va "a resolver los problemas reales". López de Guereñu le replicó que la mayoría de la sociedad vasca apuesta por la Y.