Magro patrimonio

La Agencia Tributaria acaba de publicar por primera vez los datos sobre la declaración de Patrimonio en España. Aunque las cifras corresponden al ejercicio de 2003, son suficientemente elocuentes como para resaltar aspectos principales de las obligaciones que tienen los contribuyentes españoles. Y lo primero que llama la atención es que solamente el 4,3% de los ciudadanos que hacen la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) declaran su patrimonio. Son un total de 895.950 personas, y de ellas sólo 65 reconocen tener un patrimonio superior a los 30 millones de euros.

Teniendo en cuenta que el impuesto del que estamos hablando grava la posesión de capital inmobiliario (excepto la vivienda habitual hasta los 150.000 euros), el mobiliario (acciones, seguros, rentas...) y bienes suntuarios (joyas, vehículos, obras de arte, etcétera) y considerando

además el notable aumento de adquisiciones por parte de los ciudadanos que se ha producido en los últimos años en España, ese número de contribuyentes parece harto escaso. Hace sospechar que esa obligación de declarar no se respeta en toda la extensión de la ley. España es un país que ha mejorado de forma muy significativa el control impositivo de los ciudadanos, y eso se viene demostrando en los últimos años con el aumento de la recaudación y la reducción del fraude fiscal. No obstante, y a la vista de algunas cifras como las citadas, parece evidente que resulta necesario alcanzar un sistema tributario mucho más eficaz y real.