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Los cuatro vigilantes de Atocha quedan en libertad con cargos

La autopsia revela que el cadáver no tenía signos de violencia

Los cuatro vigilantes jurados que el domingo redujeron y esposaron en la estación de Atocha a un hombre que posteriormente comenzó a tener convulsiones y murió han quedado en libertad con cargos, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Los primeros resultados de la autopsia revelan que el cuerpo del fallecido, Antonio Mena Sanz, no presentaba ningún signo de violencia, según las citadas fuentes.

El juez que investiga la muerte de Antonio Mena Sanz, de 27 años, que ha decretado el secreto del sumario, intenta determinar las causas del fallecimiento, que se conocerá cuando concluya el informe forense. La Policía continúa con las pesquisas para esclarecer las circunstancias del fallecimiento.

Antonio Mena Sanz murió poco después de las siete de la mañana del pasado domingo en el vestíbulo de la estación de cercanías de Atocha, tras ser reducido y esposado por cuatro vigilantes, según fuentes policiales y de Renfe.

Los cuatro vigilantes implicados actuaron para inmovilizar a Mena, después de que éste originase varios altercados con transeúntes y los propios agentes de seguridad. Uno de ellos declaró que Mena le dijo que quería que le pegase dos tiros. Nada más colocarle los grilletes, según fuentes de Renfe, el detenido empezó a convulsionarse, sufrió un vómito y perdió el conocimiento. Cuando llegó el servicio del Samur-Protección Civil, el detenido se encontraba en parada cardiorrespiratoria. A pesar de los intentos de reanimación, todo resultó inútil.

Dos vigilantes de baja

Dos de los cuatro trabajadores de seguridad que se vieron implicados en el incidente están de baja como consecuencia de numerosas heridas ocasionadas por Mena, mientras que a los otros dos se les han concedido varias jornadas de descanso, informa Europa Press. Así lo manifestaron fuentes de la empresa de seguridad Vigilancia Integrada, SA (Vinsa), subcontratada por Renfe, a la que pertenecen estos cuatro agentes.Los sindicatos sostienen que los cuatro vigilantes de seguridad actuaron "correctamente" y se encuentran en casa "muy afectados" por lo ocurrido. Así lo aseguró a Efe Jesús Carpeño, secretario general de UGT en la empresa Vinsa.

Carpeño recordó que los compañeros intentaron reanimar ellos mismos a Antonio Mena, después de que tuviera convulsiones y entrara en parada cardiorrespiratoria.

Antonio Mena Sanz había trabajado hasta hace un año y medio en el servicio de seguridad de la estación de Atocha. Lo hizo siendo empleado de la empresa Segur Ibérica, que entonces se encargaba de esta tarea. Según fuentes de la investigación, "esta empresa prescindió de este vigilante por no estar satisfecha con sus servicios".

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