Desarticulada una banda china que extorsionaba a compatriotas
La policía ha tenido que emplearse a fondo desde el pasado marzo para detener a una banda de extorsionadores de origen chino que había sembrado el pánico entre sus compatriotas residentes en el distrito de Usera. Su crueldad era tal que en una de sus fechorías intentaron cortar el brazo a una de sus víctimas con un cuchillo eléctrico, según la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Los detenidos son Yuan W., de 19 años, con antecedentes por delitos contra la propiedad intelectual; Xiao Z. CH., de la misma edad que el anterior, y Jie Z., de 18 años. Los tres han sido reconocidos por las víctimas. La policía les acusa de cometer varios delitos de extorsión y lesiones graves. Para poder esclarecer los hechos, los agentes tuvieron que hacer frente, sobre todo, al férreo secretismo que rodea a estos actos delictivos, motivado, principalmente, por las brutales amenazas a las que son sometidos los extorsionados.
Las pesquisas del Grupo V de la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación comenzaron el pasado marzo, mientras investigaban una reyerta ocurrida en una pensión del distrito de Usera. La policía averiguó que el origen de la pelea fue la negativa de las víctimas a abonar una especie de canon de protección para evitar posibles daños tanto a sus personas como a sus negocios.
Miedo
Tras la denuncia y las pesquisas policiales, víctimas y extorsionadores fueron citados a declarar en el juzgado. Pero no declararon. Las amenazas de los extorsionadores fueron tales que las víctimas abandonaron, presas del miedo, las dependencias judiciales sin prestar declaración. Después denunciaron estas amenazas en la comisaría de Usera, según fuentes policiales.
Investigaciones posteriores permitieron descubrir a los agentes otro suceso similar ocurrido en la calle de Marcelo Usera. En aquella ocasión, la banda citó a un hombre a través del telefonillo del portal de su vivienda. Tras una breve entrevista, éste fue agredido por los visitantes, que exhibieron armas blancas y de fuego. "Su violencia fue tal que incluso utilizaron un cuchillo eléctrico con el que casi seccionaron el brazo de la víctima a la altura del hombro", explicaron fuentes policiales.
La policía seguía investigando. Cuando los agentes ya habían identificado a algunos miembros de la banda mafiosa, una comunicación les avisó sobre una nueva extorsión. Esta vez, los sospechosos exigían a un compatriota, propietario de un establecimiento de comida, 20.000 euros bajo la amenaza de causar graves daños a sus familiares o de quemarle el negocio.
Los policías encargados del caso utilizaron este local y la residencia de su propietario como cebo. Agentes de paisano y con vehículos camuflados vigilaron ambos domicilios. El pasado 3 de abril, los extorsionadores fueron detenidos cuando la víctima pretendía entregarles los 20.000 euros reclamados.
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