Pregunta abierta

En su artículo del 24-4-2006, en el diario EL PAÍS, Separados por sexos, Jaime Cordero alude a que la enseñanza diferenciada atiende a la distinta madurez del alumno de secundaria, y cita varios estudios y países que la están incorporando.

Mi ruego es: si son buenos esos colegios, por favor, que los promueva el Estado. Atender a la diversidad me parece que es bueno, y que no es discriminación (véase competiciones olímpicas, tiendas de ropa, anuncios y programas de televisión con distintos públicos como target...). No obstante, sí es malo que se demuestre, no que se apele a simples opiniones. Y, por supuesto, el que piense que es mejor la escuela mixta, que no dude en llevar a ella a sus hijos.

Creo que estamos banalizando demasiado la enseñanza, usándola como arma política... Y, mientras, el informe PISA sigue demostrando que no avanzamos. En un tema tan importante acudamos a estudios serios, y ante opciones legítimas variadas (como expone con acierto Jaime Cordero), que los padres puedan elegir educación diferenciada o mixta (también con recursos públicos, porque impuestos pagamos todos). ¡Viva la libertad de los padres!, que la última dictadura pasó hace ya más de 30 años.

Termino con una pregunta: si pago mis impuestos igual que cualquier otro ciudadano, ¿por qué el Estado no incluye en su oferta de colegios públicos una educación diferenciada que la Audiencia Nacional ya ha avalado como indica el autor en su artículo.