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Reportaje:Fútbol | 35ª jornada de Liga

Un campeón desnudo

Un cambio de proveedor provoca que el Espanyol no haga más camisetas una vez agotadas

Jordi Quixano

Ni rastro. No queda ninguna. Los escaparates de las tiendas oficiales del Espanyol tienen a los maniquíes desnudos. O, por lo menos, no visten la zamarra del equipo. Camisetas de algodón, a lo sumo. Todo lo contrario que en Montjuïc, feudo blanquiazul, donde no hay aficionado que no porte algún distintivo del equipo. El fin de semana pasado, en el trascendental partido ante el Betis -el equipo aún no se ha asegurado la permanencia-, 42.000 seguidores tiñeron de azul y blanco las gradas del estadio. El equipo tiene tirón. Pero no se puede explotar; ya no se fabrican más elásticas. Así, para aquel hincha que desee alguna camiseta más, lo tiene crudo. Deberá esperar a la temporada que viene.

El club se quedó sin existencias tras ganar la Copa y no tiene tiempo para que le lleguen más

"Jugar la UEFA apenas reporta beneficios", aseguró a principios de campaña el presidente blanquiazul, Daniel Sánchez Llibre. Y añadió: "La Copa del Rey sólo es económicamente provechosa si se llega a la final". Dicho y hecho. El Espanyol no sólo alcanzó la última ronda de la eliminatoria copera, sino que se llevó el título. Y los más de 35.000 hinchas que acudieron al Bernabéu -estadio del Madrid y escenario de la final- se llevaron algo de recuerdo. "Se lo llevaron todo", asevera un directivo del Espanyol; "pero es una lástima porque no hemos podido aprovechar este tirón sorprendente del equipo". La razón es simple: este verano vence el contrato anterior con la marca Umbro y el club, hace unos meses, decidió contratar a la marca Uhlsport para los dos próximos años con opción a otros dos prorrogables. "No podemos pedir más camisetas porque, como mínimo, tardarían un mes en llegarnos", reconoce Josep Samper, encargado del área de mercadotecnia del Espanyol. "Para entonces, se habrá terminado la Liga y la gente estará esperando la elástica de la próxima temporada. Nadie esperaba que acabáramos con todas las existencias", admite.

El Espanyol, esta temporada, ha realizado dos pedidos a la casa Umbro. Uno en verano y el otro un mes antes de disputar la final de la Copa. Así, el club compró 7.000 camisetas del primer equipaje, 1.500, del segundo, 2.000, de la UEFA, 9.000 bufandas, 5.000 gorras, 20.000 pins y 2.000 banderines. Mención aparte las más de 30.000 camisetas de algodón que se hicieron para la final de la Copa. De todo ello, queda algún que otro centenar de bufandas y de pins. "Más que un mal menor, es un bien mayor, porque haber agotado el stock a estas alturas es bueno. Además, esperamos las camisteas del nuevo proveedor para finales de mayo", conviene José Luis Morlanes, consejero delegado del Espanyol. "Que hayamos vendido todo es síntoma de que se han hecho las cosas bien", sentencia.

La estrategia comercial, obligada por las anómalas circunstancias, ha variado. "Hemos optado por comercializar desde fundas de móviles y vasos del equipo, hasta réplicas de la Copa", confirma Samper. Y, lacónicamente, añade: "De momento, las ventas van bien". La entidad, además, no descarta promocionar algún producto con los nombres de sus estrellas. "Los que más venden, sin duda, son De la Peña, Tamudo y Luis García", conviene Samper.

Precisamente fue Lo Pelat quien dio la mala noticia de la semana en lo deportivo. El cántabro, jugando el partidillo con el peto de los titulares, forzó en una acción y se rompió. Diagnóstico: elongación del bíceps femoral de la pierna izquierda. "Iván no podrá estar este fin de semana", corroboró el médico del equipo, Miquel Cervera, que confirmó también la baja de Kameni para un partido que se prevé complicado porque el Zaragoza querrá tomarse la revancha copera. Y amplió: "Habrá que ver cómo llega De la Peña para el próximo miércoles ante el Deportivo". En ese partido, un mar de productos complemenentarios del Espanyol volverá a envolver las gradas de blanquiazul. Pero nadie tendrá una camiseta nueva. No quedan.

Los jugadores del Espanyol celebran uno de los goles de la final de Copa ante el Zaragoza.
Los jugadores del Espanyol celebran uno de los goles de la final de Copa ante el Zaragoza.BERNARDO PÉREZ

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