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El Ayuntamiento de Barcelona juzga insuficientes las obras e inversiones del plan de infraestructuras

El Consistorio pide que se amplíen todas las líneas de metro y un nuevo túnel bajo Montjuïc

El Plan de Infraestructuras del Transporte de Cataluña (PITC), que esta semana ha terminado su fase de exposición pública, es un punto de partida, pero insuficiente en todos los ámbitos. Faltan obras capitales y las inversiones no alcanzan para dar satisfacción a las necesidades de la región metropolitana de Barcelona. El documento que recoge estas afirmaciones es el pliego de alegaciones presentadas por el Ayuntamiento de Barcelona. Y no se ha quedado ahí: propone incluir las obras que faltan y prever las inversiones correspondientes.

El Ayuntamiento de Barcelona entiende que sus alegaciones no son equiparables a las de un particular o a las de otra entidad pública o privada. Tras el municipio está la Carta Municipal y el proyecto de modificación que incluye la creación de una autoridad metropolitana con capacidad para programar el futuro del territorio, futuro en el que no pueden quedar al margen las infraestructuras.

El extenso y pormenorizado documento de alegaciones del Ayuntamiento de Barcelona recuerda: "En la Región Metropolitana vive el 68% de la población catalana, se produce el 70% del PIB de Cataluña y se ubican el 65% de los puestos de trabajo". Sin embargo, anota, la inversión en el PITC es únicamente el 25% del presupuesto.

El plan elaborado por el Departamento de Política Territorial, dirigido por Joaquim Nadal, habla de una red integrada e intermodal. El consistorio critica la falta de atención a otros modos de transporte que no sean el viario y el ferroviario. Así, sostiene, faltan por desarrollar las directrices de la red de intercambiadores que den al transporte un carácter integrado, apenas hay alusiones al transporte en autobús y al tranvía, y los grandes ausentes son el transporte marítimo y el aéreo.

- Mercancías. Un punto donde se echan en falta medidas importantes es el transporte de mercancías. El PITC propone aumentar el peso del tren, pero no hay referencias a las mejoras que deberán abordarse en el transporte por camión.

De hecho, las medidas del plan de Nadal consisten en mejorar la red ferroviaria ante la previsión de que la viaria no pueda absorber el incremento de movimientos previsto, y ello pese a que el plan incluye importantes actuaciones en las grandes vías: Eix Transversal, túnel del Cadí, autopistas AP-7 y AP-2, y autovía A-2. Entre las medidas que echa en falta el documento se cita una política de descuentos en los peajes para los camiones que circulen de noche contribuyendo así a reducir la congestión de estas vías.

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La reducción del transporte por carretera que debería suponer la mejora del ferrocarril tiene objeciones. Así, para que un tren equivalga realmente a 40 camiones, como sugiere el PITC, habrá que aumentar la capacidad tractora de las locomotoras, reducir las pendientes y construir apartaderos de 800 metros ya que los previstos, de 400 metros, son insuficientes.

- Metro. Entre las medidas que se deben llevar a cabo en la red de metros destaca, como asunto urgente, la mejora de la red y del material, pero además la prolongación de la línea 3 hasta Sant Feliu de Llobregat, por un lado, y hasta Can Zam, en Santa Coloma, por el otro. La línea 1 debería llegar hasta Sant Oví para enlazar allí con la futura línea 12, que irá desde Castelldefels a Cornellà a través de Gavà y Viladecans. La línea 5 se ampliaría también entre Cornellà y Sant Boi, donde enlazaría con Ferrocarrils de la Generalitat. La línea 11 (tranvía soterrado de Ciutat Meridiana) debería prolongarse hasta Ripollet.

- Ferrocarrils de la Generalitat. Las actuaciones en Ferrocarrils de la Generalitat deben buscar la prolongación de la línea de Sarrià, desde Reina Elisenda hasta Sant Joan de Déu, donde enlazaría con la línea 3 del metro. El metro del Baix Llobregat, que ahora acaba en la plaza de Espanya, se prolongaría hasta Francesc Macià, Gràcia, Glòries y Santa Coloma.

- Cercanías. El modelo debe seguir el documento entregado por Joaquim Nadal al Ministerio de Fomento, que prevé diversas ampliaciones. Este documento, recuerda el consistorio, fue elaborado conjuntamente por la Administración autonómica y la municipal. El principal problema es que la inversión prevista para cercanías es de 3.163 millones de euros, mientras que las evaluaciones presupuestarias contenidas en el plan entregado a Fomento suponen una inversión mínima de 5.252 millones, que se elevan a 9.530 millones si se suman las necesarias en la red de Ferrocarrils de la Generalitat.

- Carreteras Hay que prestar atención a los carriles reservados para autobuses en los accesos a Barcelona. El PITC incluye algunas medidas, pero insuficientes. De modo que el consistorio reclama que el carril previsto en la AP-7 llegue hasta más allá de El Papiol y el de la C-58 (autopista Sabadell-Terrassa) se prolongue hasta esta última localidad. En la C-32 habría carril segregado para el transporte público entre la plaza de Espanya de Barcelona y Castelldefels, la vía interpolar (conecta el Vallès y el Baix Llobregat) reservaría un carril para autobuses entre Granollers y Rubí, y habría otro entre Vilanova, Sant Pere de Ribes y Sitges.

- Túneles. La principal propuesta es la recuperación del proyecto de un túnel que cruce Montjuïc, de modo que conecte la Zona Franca con el interior de Barcelona y "ayude a descongestionar el Morrot", facilitando el acceso a la Ronda Litoral. El coste de esta obra se cifra en 180 millones de euros. Una segunda partida, de 150 millones, debería destinarse a las mejoras en las rondas barcelonesas.El túnel de Horta no queda descartado, pero se supedita a que sea exclusivamente para uso del transporte público, sea viario o ferroviario

Conexión del eje ferroviario con el puerto

En el plan faltan no pocas actuaciones en el marco del transporte público de pasajeros. Entre otras, el Ayuntamiento de Barcelona señala la conveniencia de una conexión entre el futuro eje transversal ferroviario y el puerto de Barcelona, con serias reducciones de pendientes para que el trazado pueda ser utilizado a la vez por mercancías y trenes de pasajeros.

Las referencias a la alta velocidad dejan de lado, cree el consistorio barcelonés, la solución de la llegada del AVE al aeropuerto y las reformas urbanísticas asociadas a esta línea en Sants, Sant Andreu y Sagrera y Vallbona.

Pero hay más ausencias que tener en cuenta. Así, la línea orbital (de Vilanova a Mataró por el interior) presenta serias lagunas en los tramos Granollers-Sabadell, donde apenas mejora la demanda, y Terrassa-Martorell, donde no se ha tenido suficientemente en cuenta la dificultad orográfica.

La ampliación del corredor Mollet-Maçanet no contempla la dificultad técnica del paso por Montmeló y Granollers.

La variante entre Barcelona y Mataró está bien siempre que incluya la variante de Badalona y un nuevo trazado interior en las localidades del Maresme. Asimismo, el desdoblamiento entre Arenys de Mar y Blanes debería comportar el soterramiento o desplazamiento en el paso por los núcleos.

La adaptación al ancho europeo del tramo entre Castellbisbal y Mollet con una vía mixta no debería dejar fuera la construcción de otro trazado casi paralelo de ancho exclusivamente europeo.

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