Pena de 323 años a la etarra que pidió que los jueces no entorpecieran la paz

Ana Belén Egüés, Dolores, la jefa del comando Buruahuste, de la organización terrorista ETA, que pidió a los jueces de la Audiencia Nacional que no entorpezcan el proceso de paz, fue condenada ayer a 323 años de prisión.

Egüés y su compañero de comando Aitor García Aliaga, Óscar, fueron condenados por su participación en el asesinato mediante una bici bomba del general Justo Oreja Pedraz, el 28 de julio de 2001 en la calle López de Hoyos, de Madrid.

En el juicio, y durante el turno de última palabra, la etarra Egüés reclamó a los jueces que participen en el proceso de paz con una aplicación más benigna de la ley.

Ambos etarras fueron detenidos el 6 de noviembre de 2001 en Madrid, tras la persecución de un ciudadano, conocido como el "héroe anónimo", que había presenciado cómo hacían estallar un coche cargado de explosivos en la calle Corazón de María, que causó 93 heridos. Los etarras habían intentado matar al subsecretario de Política Científica, Juan Junquera.

Por esos hechos fueron condenados a penas que superan los 1.042 años de cárcel. La nueva condena es, por tanto, irrelevante, puesto que en ningún caso los etarras rebasarán los 30 años de cumplimiento efectivo.