Sobre la impunidad médica
Leo con estupor el caso del hombre de Alcorcón al que, a pesar de tres visitas a Urgencias en dos semanas, no se le diagnosticó un gigantesco (y fácilmente diagnosticable mediante una simple ecografía) tumor en el riñón, sino que, en su lugar, se le sometió a tratamiento psiquiátrico. Y leo con más estupor todavía que la familia del fallecido será indemnizada con 102.483 euros.
¿Ya está? ¿Un poco de dinero y problema resuelto? ¿Y todos los médicos que atendieron (es un decir) a este paciente en sus tres visitas? ¿No se les ha inhabilitado para ejercer la profesión? ¿No se les ha procesado por homicidio? ¿No se han hecho públicos sus nombres para que los demás incautos pacientes podamos al menos evitar ponernos en sus manos?
Si el hombre de Alcorcón hubiese muerto accidentalmente de un golpe en la cabeza al caer al suelo por un puñetazo propinado por otro hombre cualquiera, éste sería procesado por homicidio, y quizá incluso condenado.
Pero está claro que en nuestro país el estamento médico sigue gozando de total impunidad y que basta un puñado de euros para silenciar sus delitos.
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