Deco: "Hay que acabar el trabajo"
Adriano Galliani, vicepresidente del Milan, achaca la derrota a la actuación del colegiado
Esta vez sí que se dio rienda suelta a la euforia. Así lo pidió Joan Laporta, presidente del Barça. "Ahora ya vemos la torre Eiffel entera. Los barcelonistas pueden estar muy entusiasmados con esta final, la quinta de nuestra historia", convino henchido de satisfacción. Fue Txiki Begiristain, director deportivo azulgrana, quien recordó la historia inmediata. "Nos ha costado muchos años, 12, desde la última final y 14 desde la que ganamos, pero, finalmente, ya estamos en otra final", expresó con un hilo de voz entrecortado por la excitación. Y expresó lo que para él había sido la clave del éxito del equipo: "Siempre hemos jugado con inteligencia, respetando al contrario. Contra todos los rivales hemos sabido medir sus cualidades y nunca nos hemos confiando. Ahora también nos vemos capaces de ganar al Arsenal, pero lo respetamos mucho porque no ha encajado ningún gol en los últimos partidos".
Beguiristain: "También nos vemos capaces de ganar al Arsenal, pero lo respetamos mucho"
Eto'o: "Hemos hecho pocos kilómetros comparados con la alegría de la afición"
Laporta recogió el testigo y apeló a la precaución: "No podemos olvidarnos, sin embargo, de que nos tenemos que concentrar en la Liga, que hay que ganarla".
El técnico del Barça, Frank Rijkaard, aunque sí visiblemente contento, guardó la compostura, nada extraño en él. "Ha sido un partido interesante porque hemos sabido defender sus ataques, obligados como estaban a jugar ofensivamente", esgrimió. Y sentenció: "Objetivo cumplido". Para Deco, que siempre tiene la victoria en el entrecejo, lo de ayer aún no es suficiente. "Gané la Liga de Campeones con el Oporto, pero no con el Barça. Estoy feliz porque siempre hemos buscado estar en la final, pero ahora hay que acabar el trabajo", expresó el 20 azulgrana. Giuly, quien con su gol en la ida certificó el billete hacia París, opinó del mismo modo: "No hemos pasado por mi gol, sino porque todo el equipo ha demostrado tener una gran calidad. Pero lo importante es ganar la final, no la semifinal". Al pequeño Napoleón, además, el público le despidió con una ovación de gala. "Ha sido muy bonito. Me he emocionado porque ha sido la primera vez. Pero en lo único que hay que pensar ahora es en el Arsenal", insistió feliz. En el equipo inglés, estará Cesc Fábregas, joven que se formó en la cantera del Barça y que ahora despunta de manera especial sobre el césped de Highbury. "Quién me lo iba a decir hace tres años", aseveró con cierta incredulidad; "me hace mucha ilusión jugar contra el Barça. Creo que se merece jugar la final".
Adriano Galliani, vicepresidente del Milan, se mostró convencido de lo contrario, que fue el árbitro quien les apeó de la eliminatoria. "Sinceramente, creo que el colegiado ha sido decisivo en el resultado. Me han molestado muchas cosas suyas, como que sólo añadiera tres minutos al final del encuentro, que pitara incluso antes, y, sobre todo, el gol que nos han anulado". Edmilson le corrigió: "Hemos hecho dos grandes partidos. Defensivamente hemos jugado perfecto y no les hemos dejado hacer nada". Y, feliz como unas pascuas, recordó: "He disputado una final del Mundial y creo que esto se parece mucho".
Eto'o, sudado y con la sonrisa de oreja a oreja, atendió tras el pitido final del árbitro a la televisión. "Me quedo con la idea de que hemos aprendido a defendernos. Hemos vuelto a demostrar que somos capaces de guardar un resultado", esgrimió el camerunés dando saltos de alegría y abrazándose con quien se encontraba por el camino. Exaltado por el resultado, por el juego de su equipo, por haber alcanzado la final de la Champions, añadió: "Hemos hecho pocos kilómetros comparadoscon la alegría que le hemos dado a la afición". Y, con la mente lúcida, apeló a la calma: "El Arsenal es un buen equipo y tenemos las mismas posibilidades. Ahora, lo que debemos hacer es estar tranquilos y luchar como contra el Milan. Creo que este partido ha sido bueno para el fútbol porque hemos luchado con total deportividad". Luego, a sabiendas de que el Barça está interesado en Henry -delantero del Arsenal-, advirtió: "Me da absolutamente igual que él juegue la final. Yo soy del Barça y la juego con el Barça". Pero rectificó: "Es un amigo y me ha felicitado como yo lo hice con él el otro día".
La felicidad era inmensa. Así lo explicó Márquez: "Cuando ha acabado el partido, he estallado de emoción porque ha sido un encuentro muy intenso". Y echó mano de los recuerdos: "Las cosas, en los dos últimos años, han cambiado impresionantemente. Entonces, incluso yo me veía en la cuerda floja". El equipo se siente ahora ganador. "Cuando entras en un vestuario como éste, no puedes pensar en quedar segundo, sólo puedes pensar en ganar", esgrimió Belletti. Y, explicó cómo vivió el vestuario la victoria: "Los médicos y los utilleros han disfrutado más que los jugadores, porque el Milan nos ha hecho correr mucho. Allí dentro, todo el mundo estaba sentado tratando de recuperarse".
Toda una algarabía incontenible que el Barcelona espera prolongar en París.
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